Desde hace varios años, Venezuela ha sido el foco de atención de organizaciones como la Sociedad Interamericana de Prensa, que vigila de cerca lo que ha calificado como un aumento sistemático de la presión en contra de los periodistas y los dueños de medios de comunicación, por parte del gobierno en disputa de Nicolás Maduro.
Varios han sido los informes en los que hacen un llamado de atención para que se cumplan con las libertades democráticas de expresión, información y libre ejercicio del periodismo en ese país.
Según Asdrúbal Aguiar, Presidente de la Comisión Legal y miembro del Comité Ejecutivo de la SIP, en Venezuela lo que queda es una suerte de “periodismo de guerra”, en el que los comunicadores usan todas las herramientas a su alcance, como redes sociales y la Internet para cumplir con su labor de informar.
Los dueños de medios de comunicación no escapan del foco del gobierno en disputa, como le dijo a Venezuela 360 el presidente del grupo editorial El Nacional, Miguel Henrique Otero; quien señala que fueron diseñando estrategias destinadas a “silenciar” a los medios, a través de sanciones administrativas, ataques, denuncias en tribunales y limitación de acceso a la materia prima.
Tras años de restricciones y dificultades, los dueños de medios de comunicación y los periodistas se las han ingeniado para lograr que los venezolanos estén informados de manera veraz y no a través de propaganda, de la realidad que hoy enfrenta su país. Son su voz y los micrófonos la manera de trascender en su intento porque sobrevivan los valores de la democracia en un país que cada vez se aleja más de ella.
