Un comando de unos 30 hombres armados, tomó por asaltó un centro de rehabilitación de drogadictos en la norteña ciudad mexicana de Chihuahua, donde asesinaron a por lo menos 19 personas.
El propio presidente de México, Felipe Calderón, condenó el ataque contra el centro de rehabilitación "Fe y Vida" en la capital del estado de Chihuahua.
El mandatario, quien se encontraba en Sudáfrica para asistir al partido inaugural de la Copa Mundial de fútbol, dio sus condolencias a los familiares de las víctimas y señaló que esos hechos "refuerzan la convicción de la necesidad de combatir con toda la fuerza de la ley a grupos criminales que realizan semejantes actos de barbarie”. Calderón condenó "enérgicamente los hechos", los cuales calificó de "indignantes".
El portavoz de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, Fidel Bañuelos, informó que los atacantes dejaron mensajes en los que acusaron a las víctimas de ser delincuentes. Además de los que fueron ejecutados, los sicarios dejaron un número aún no especificado de personas heridas de bala. El portavoz policial dijo que los atacantes utilizaron armas de alto calibre como AK-47.
El director del centro, Cristian Rey Ramírez dijo que fue informado por el pastor del centro a través de una llamada telefónica, sobre lo que había ocurrido. "Me dijo, sabe qué, véngase porque acaban de matarlos a todos".
Según confirmó Rey, no hubo ninguna advertencia previa al ataque. La mayoría de las víctimas eran hombres entre 30 y 40 años, incluido una persona ciega, dijo René Castillo, el pastor que da sermones semanales en el centro.
"Ahorita toda la gente tiene miedo... todo el mundo habla de eso, más con las amenazas que han hecho", dijo Castillo.
En los últimos meses se han registrado otros ataques atribuidos al narcotráfico a centros de rehabilitación en Chihuahua, el estado mexicano más afectado por asesinatos del crimen organizado.
La violencia del crimen organizado ha dejado en todo el país más de 22.700 asesinatos desde diciembre del 2006, cuando asumió el poder el presidente Felipe Calderón y lanzó una batalla frontal contra el narcotráfico.