El presidente Barack Obama se reunió este martes en la Casa Blanca con el primer ministro japonés Shinzo Abe para una visita oficial que se espera se enfoque en la expansión de los vínculos económicos y la defensa bilateral.
En la Casa Blanca, Obama dijo que la relación de EE.UU. con Japón es el mejor recordatorio que el pasado se puede olvidar.
"El pasado se puede superar. "Los antiguos adversarios pueden volverse aliados cercanos y las naciones pueden construir un futuro juntas", dijo Obama.
Atravezando siete décadas, nuestros países se han vuelto no solo aliados sino socios verdaderos y amigos y ese aprecio mutuo se hará palpable cuando Shinzo hable mañana a una reunión conjunta del Congreso", agregó el mandatario.
Obama además promocionó el acuerdo comercial trans-pacífico (TPP) que está negociando EE.UU., diciendo que éste beneficiará a empresas estadounidenses.
El lunes, durante una visita al Museo del Holocausto, en Washington, el premier nipón dijo que su corazón estaba “lleno de un sentimiento solemne” por las víctimas de los nazis.
Abe y Obama también hicieron una visita no anunciada el lunes al Monumento a Lincoln, en la Alameda Nacional, uno de los lugares más icónicos de Washington.
Los dos líderes subieron solos las escaleras del monumento, desde el que Martin Luther King pronunció su famoso discurso "I have a dream" ("Tengo un sueño") en 1963, y conversaron durante un rato frente a la estatua de mármol de Lincoln.
Esta noche, el mandatario estadounidense ofrecerá una cena de estado a Abe en la Casa Blanca.
El lunes, Abe y otros funcionarios japoneses se reunieron con funcionarios estadounidenses en Nueva York y acordaron estrechar su alianza militar, una acción ampliamente vista como una respuesta al creciente poder de China.