El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, emitió una advertencia a los miembros de pandillas en Tennessee y alrededor del país, advirtiéndoles que sus redes criminales serán devastadas y que los oficiales de policía tomarán una postura más fuerte en la lucha contra el crimen violento.
Ante más de 80 fiscales federales, estatales y locales, así como oficiales de policía, Sessions promovió los esfuerzos del departamento de Justicia para poner los cargos más duros posibles contra la mayoría de los sospechosos, incluidos los narcotraficantes y los que utilizan armas para cometer crímenes
Su estricta conversación se produce dos semanas después que anunciara que los fiscales deben presentar las acusaciones más duras contra la mayoría de los sospechosos.
Sessions argumenta que el despunte de la violencia en las grandes ciudades y la epidemia nacional de opioides muestra la necesidad de volver a tácticas más estrictas en comparación con las aplicadas bajo el gobierno de Barack Obama.
Los críticos han advertido que la nueva política provocará una sobrepoblación en las cárceles y restringiría recursos a las fuerzas del orden local y estatal, así como al departamento de Justicia.