Un grupo bipartidista de senadores estadounidenses pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que investigue la “sospechosa” muerte del disidente cubano Oswaldo Payá, la cual sospechan podría haber sido obra del gobierno de Cuba.
Payá y otro disidente, Harold Cepero, murieron el 22 de julio del año pasado en un accidente automovilístico cuando el auto en que se conducían se salió inesperadamente de la carretera. La versión oficial es de que el automóvil era conducido a alta velocidad y se estrelló contra un árbol.
Sin embargo, en una entrevista publicada el miércoles 6 de marzo por el diario The Washington Post, Ángel Carromero, quien conducía el vehículo al momento del accidente, aseguró que desde que salieron de La Habana los persiguieron varios coches y que uno de ellos los embistió por detrás.
"Recientes entrevistas publicadas con el conductor español del vehículo, Ángel Carromero, plantean serias interrogantes sobre la posibilidad de que el coche de Payá fuera deliberadamente impactado por agentes del gobierno cubano bien conocidos por su hostigamiento de Payá", lee la carta enviada a la CIDH, distribuida por la oficina de uno de los firmantes, el senador republicano cubano estadounidense Marco Rubio.
“Oswaldo Payá era un hombre valiente que luchaba pacíficamente por una mayor libertad para sus compatriotas cubanos. Cada vez hay más certeza de que pudo haber pagado ese esfuerzo con su vida”, dice la carta, que termina urgiendo a la Comisión a “tomar en sus manos esta investigación de forma inmediata”.
La misiva está firmada por Rubio y los republicanos John McCain y Mark Kirk, así como por los demócratas Richard Durbin, Benjamin Cardin, Bill Nelson, Robert Menéndez y Mark Warner.
Payá y otro disidente, Harold Cepero, murieron el 22 de julio del año pasado en un accidente automovilístico cuando el auto en que se conducían se salió inesperadamente de la carretera. La versión oficial es de que el automóvil era conducido a alta velocidad y se estrelló contra un árbol.
Sin embargo, en una entrevista publicada el miércoles 6 de marzo por el diario The Washington Post, Ángel Carromero, quien conducía el vehículo al momento del accidente, aseguró que desde que salieron de La Habana los persiguieron varios coches y que uno de ellos los embistió por detrás.
"Recientes entrevistas publicadas con el conductor español del vehículo, Ángel Carromero, plantean serias interrogantes sobre la posibilidad de que el coche de Payá fuera deliberadamente impactado por agentes del gobierno cubano bien conocidos por su hostigamiento de Payá", lee la carta enviada a la CIDH, distribuida por la oficina de uno de los firmantes, el senador republicano cubano estadounidense Marco Rubio.
“Oswaldo Payá era un hombre valiente que luchaba pacíficamente por una mayor libertad para sus compatriotas cubanos. Cada vez hay más certeza de que pudo haber pagado ese esfuerzo con su vida”, dice la carta, que termina urgiendo a la Comisión a “tomar en sus manos esta investigación de forma inmediata”.
La misiva está firmada por Rubio y los republicanos John McCain y Mark Kirk, así como por los demócratas Richard Durbin, Benjamin Cardin, Bill Nelson, Robert Menéndez y Mark Warner.