El presidente Barack Obama elogió la votación del Senado como "un paso crucial" hacia la fijación de lo que llama un sistema de inmigración roto y dijo que ahora "sólo falta que el Congreso termine el trabajo”.
El vicepresidente Joe Biden, quien conserva su escaño en el Senado, fue el encargado de anunciar el voto final.
“Los votos por el sí de este proyecto son 68. Los votos por el no son 32. La legislación y las enmiendas han sido aprobadas”, dictaminó Biden.
El congresista republicano de origen cubano, Mario Díaz-Balart, se mostró muy satisfecho con la votación.
“Me siento alentado por las acciones del Senado sobre la reforma migratoria. Tenemos que encontrar una solución real y permanente a nuestro sistema de inmigración. Esa solución tiene que asegurar la frontera, fortalecer nuestra economía, fomentar el respeto al estado de derecho, modernizar nuestro sistema de visados, y abordar la cuestión de los millones de inmigrantes indocumentados que viven en las sombras”, dijo Díaz-Balart.
“Voy a seguir trabajando con mis colegas de la Cámara al tratar de buena fe, el enfoque bipartidista en la Cámara”, enfatizó el congresista.
Sin embargo, la Cámara de representantes aseguró que la dinámica de la reforma migratoria sería diferente a la del Senado, y su presidente, el republicano John Boehner, advirtió que harán su propia versión de reformas.
“La Cámara de Representantes no tomará ni votará cualquier proyecto que pase el Senado. Vamos hacer nuestro propio plan en el orden estipulado, y será una legislación que refleje a nuestra mayoría y al pueblo estadounidense. Cualquier iniciativa, incluso una consulta, para ser aprobado en la Cámara, tiene que ser un proyecto que tenga el apoyo de la mayoría de nuestros legisladores. La reforma de inmigración tiene que estar cimentada en una seguridad fronteriza real”, dijo Boehner.
El proyecto de ley reformista fue aprobado, en parte, gracias a las fuertes medidas de seguridad fronteriza que lograron convencer a un grupo de republicanos.
El vicepresidente Joe Biden, quien conserva su escaño en el Senado, fue el encargado de anunciar el voto final.
“Los votos por el sí de este proyecto son 68. Los votos por el no son 32. La legislación y las enmiendas han sido aprobadas”, dictaminó Biden.
El congresista republicano de origen cubano, Mario Díaz-Balart, se mostró muy satisfecho con la votación.
“Me siento alentado por las acciones del Senado sobre la reforma migratoria. Tenemos que encontrar una solución real y permanente a nuestro sistema de inmigración. Esa solución tiene que asegurar la frontera, fortalecer nuestra economía, fomentar el respeto al estado de derecho, modernizar nuestro sistema de visados, y abordar la cuestión de los millones de inmigrantes indocumentados que viven en las sombras”, dijo Díaz-Balart.
“Voy a seguir trabajando con mis colegas de la Cámara al tratar de buena fe, el enfoque bipartidista en la Cámara”, enfatizó el congresista.
Sin embargo, la Cámara de representantes aseguró que la dinámica de la reforma migratoria sería diferente a la del Senado, y su presidente, el republicano John Boehner, advirtió que harán su propia versión de reformas.
“La Cámara de Representantes no tomará ni votará cualquier proyecto que pase el Senado. Vamos hacer nuestro propio plan en el orden estipulado, y será una legislación que refleje a nuestra mayoría y al pueblo estadounidense. Cualquier iniciativa, incluso una consulta, para ser aprobado en la Cámara, tiene que ser un proyecto que tenga el apoyo de la mayoría de nuestros legisladores. La reforma de inmigración tiene que estar cimentada en una seguridad fronteriza real”, dijo Boehner.
El proyecto de ley reformista fue aprobado, en parte, gracias a las fuertes medidas de seguridad fronteriza que lograron convencer a un grupo de republicanos.