Una nueva investigación del Senado de Estados Unidos encontró que fondos estadounidenses, pagados a contratistas de seguridad privados en Afganistán, terminaron en manos del talibán.
El informe de la Comisión de Servicios Armados del Senado, indica además que empleados afganos fueron contratados a menudo por esas firmas privadas sin ser adecuadamente investigados y autorizados.
El presidente de la Comisión, el demócrata Carl Levin, dijo que la dependencia de contratistas de seguridad privados en Afganistán ha empoderado a los caudillos, poniendo en riesgo a las tropas estadounidenses.
En un ejemplo, el informe dice que una firma llamada ArmorGroup, contratada para proveer seguridad en una base aérea estadounidense, dependía de dos caudillos para que reclutara guardias de seguridad, incluyendo uno vinculado al talibán.
El secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates, dio a conocer una carta en la que reconoce los problemas y dice que ha creado una nueva fuerza de trabajo para revisar el proceso de contratación.