Decenas de miles de personas, en su mayoría jóvenes, marcharon hacia el parlamento de Nueva Zelanda el viernes, en el inicio de la segunda oleada de protestas globales para exigir una actuación rápida contra el cambio climático.
Las movilizaciones están inspiradas por la adolescente sueca Greta Thunberg, quien esta semana intervino en una cumbre de Naciones Unidas en Nueva York.
La marcha hacia de la capital neozelandesa, Wellington, fue una de las más grandes celebradas nunca en el país y los organizadores dijeron que tuvieron que modificar el dispositivo de seguridad para acomodar a la creciente multitud. Miles más se manifestaron en Auckland y en otras partes del país.
En la otra punta del planeta, una marcha multitudinaria recorrió las calles de la capital de Italia, Roma, donde los asistentes mostraron carteles con lemas como “Cambien el sistema, no el clima” o la palabra “Futuro”.
Escolares en Dharmsala, India, expresaron el miedo al impacto del calentamiento global sobre la generación más joven. El sudeste asiático tiene una gran dependencia del agua que procede de los glaciares del Himalaya, que están amenazados por el cambio climático.
En Alemania, activistas del movimiento Viernes por el Futuro, tenían previsto protestar contra un paquete de medidas aprobado recientemente por el gobierno para recortar las emisiones de gases con efecto invernadero.
Los expertos sostienen que la propuesta no alcanza los valores necesarios para que el sexto mayor emisor del mundo cumpla con los objetivos del acuerdo climático de París.
Las movilizaciones forman parte de la llamada huelga climática global que, según los organizadores, el pasado viernes sacó a varios millones de personas a la calle antes de la cumbre en la ONU. Nueva Zelanda, Italia y Canadá están entre los países que centraron sus protestas en esta segunda jornada, coronando una semana en la que el cambio climático estuvo en lo más alto de la agenda en todo el mundo.
“Nueva Zelanda marca el camino en el 2do viernes de la #SemanaPorElFuturo”, tuiteó la activista. “Buena suerte a todos los que se manifiestan en todo el mundo ¡¡Se acerca el cambio!!”.
Además de los miles de estudiantes de secundaria que decidieron no acudir a clase para movilizarse, a las protestas se sumaron también padres, empleados de oficina y otros adultos.