La mitad de las naciones de Unasur, el bloque sudamericano creado hace una década para contrarrestar el dominio de Estados Unidos en la región, decidieron no asistir a más reuniones del organismo hasta que se solucionen los problemas administrativos que no permiten el funcionamiento del grupo.
Desde la sede de Unasur, en Quito, Ecuador, el canciller de Bolivia, Fernando Huanacuni Mamani, cuyo país ocupa la presidencia pro tempore del bloque, confirmó que los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Paraguay, escribieron una carta informando de su decisión.
En conferencia de prensa, Huanacuni anunció que se convocará a una reunión extraordinaria de cancilleres de los estados miembro para mayo, antes de un encuentro de los presidentes del bloque. En la reunión se tratará la situación de acefalía del organismo, vacante desde enero de 2017, dijo el ministro boliviano.
El canciller paraguayo, Eladio Loizaga, es citado en el sitio web Notitarde diciendo que las seis naciones que firmaron la misiva no participarán en "ninguno de los eventos que sean convocados" por el grupo, y aduciendo que la decisión se debe a "la falta de voluntad de escoger un secretario general".
Al parecer, después que gobiernos de centro derecha han asumido el poder en varios países de la región en los últimos años, mejorando la relación con Washington, han surgido diferencias con las naciones del bloque bolivariano, especialmente Venezuela y Bolivia, sugiere el Diario Las Américas, en su página web.
Unasur fue creada en abril de 2007 por un conjunto de 12 países cuando el populismo izquierdista defendido por el fallecido líder venezolano Hugo Chávez estaba en su punto más fuerte en América del Sur.
Esta semana, el presidente Evo Morales prometió dar más dinamismo a Unasur durante su mandato. El viernes, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro expresó su confianza en que el liderazgo de Bolivia logrará impulsar el camino del organismo.
Chávez y otros líderes sudamericanos del momento se opusieron a la propuesta respaldada por Estados Unidos de formar un Área de Libre Comercio de las Américas, y en su lugar establecieron Unasur, como un bloque de unión económica y política.
La iniciativa también fue un intento de eludir a la Organización de Estados Americanos, OEA, con sede en Washington, que los izquierdistas consideran una herramienta para promover la política de Estados Unidos en América Latina.
Los miembros restantes de Unasur son Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Guyana y Suriname.
"Unasur trabaja por consenso, pero las diferencias entre los puntos de vista político y económico de sus miembros son tan grandes que ya no puede operar", dijo un diplomático peruano, citado por Reuters, y quien pidió no ser identificado porque no estaba autorizado a hablar públicamente.
