El nuevo secretario de Estado, Rex Tillerson, se presentó este jueves ante diplomáticos y empleados civiles del Departamento de Estado con un saludo sencillo: “Hola, soy el tipo nuevo”, les dijo.
Tillerson fue confirmado el miércoles por el Senado y horas más tarde investido oficialmente en la Oficina Oval de la Casa Blanca, donde el presidente Donald Trump lo llenó de elogios.
El nuevo secretario tendrá que maniobrar diplomáticamente entre el estilo más directo del presidente que lo ha escogido, la creciente tensión con aliados y enemigos, y además, con las reservas de unos 900 diplomáticos que firmaron un memorándum en el que se oponen al veto migratorio temporal a refugiados y viajeros con pasaporte de siete naciones predominantemente musulmanas ordenado por el presidente Trump.
"Sé que ésta ha sido una elección muy disputada y no todos sentimos lo mismo por los resultados", dijo a los diplomáticos. "Cada uno de nosotros tenemos derecho a expresar nuestras convicciones políticas, pero no podemos dejar que nuestras convicciones personales obstruyan nuestra habilidad de trabajar como equipo".
“Como diplomáticos ustedes saben que hay que adaptarse a los cambios en el mundo. Usen sus habilidades y la experiencia bien adquirida para adaptarse a los cambios en casa también”, les pidió.
En su cuenta de Twitter en español, el Departamento de Estado le dio la bienvenida al nuevo secretario.
El secretario hizo un llamado a sentirse orgullos de su trabajo. "Cuando la gente los ve, ve en ustedes a Estados Unidos", les recordó, a la vez que se comprometió a que la seguridad personal de ellos "no solo será una prioridad sino también uno de los valores centrales en este Departamento".
Tillerson pidió basar el trabajo en tres pilares fundamentales: “Transparencia… y asumir la responsabilidad de sus actos”, honestidad y respeto. "Su sabiduría, su ética de trabajo, su patriotismo, son tan importantes como siempre", remarcó.
El ex director ejecutivo de Exxon, relató que hasta hace poco pensaba retirarse en la primavera e irse a vivir a su rancho de Texas para disfrutar a sus nietos. Pero luego vino su primera reunión con Trump en la que le ofreció el cargo.
“No lo sabías, pero has estado en un programa [de adiestramiento] de 41 años” para llegar al puesto, le dijo el presidente en referencia al tiempo que trabajó en la compañía petrolera y que lo llevó a viajar por todo el mundo.