La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, llegó a Beijing este domingo para una visita de cuatro días destinada a impulsar los lazos comerciales entre las dos mayores economías del mundo.
La funcionaria declaró que las medidas comerciales de seguridad nacional de Estados Unidos están fuera de debate con las autoridades chinas.
"Si se quisiera poner un eslogan al viaje y a la misión, sería proteger lo que debemos y promover lo que podamos", dijo Raimondo a la prensa el viernes antes de partir hacia China. "No voy a andarme con rodeos la semana que viene cuando esté allí, pero pretendo ser práctica".
Las relaciones son tensas mientras Estados Unidos trabaja con sus aliados para bloquear el acceso de China a semiconductores avanzados, mientras Beijing restringe los envíos de la destacada empresa de chips Micron Technology MU.O y allana y multa con 1,5 millones de dólares a la empresa estadounidense Mintz Group por sus "trabajos estadísticos no aprobados".
Raimondo, que fue recibida a su llegada por Lin Feng, funcionario del Ministerio de Comercio chino, mantendrá reuniones bilaterales con funcionarios chinos el lunes y el martes en Beijing antes de dirigirse a Shanghái. La acompañará el embajador de Estados Unidos en China, Nicholas Burns.
Raimondo habló el jueves con el presidente Joe Biden sobre su visita y su mensaje fue que un diálogo reforzado con China puede aliviar las tensiones.
"Queremos tener una relación comercial estable, y para ello es fundamental una comunicación regular", dijo Raimondo. "Necesitamos comunicarnos para evitar conflictos".
Los republicanos del Congreso han criticado la posibilidad de que Raimondo establezca un grupo de trabajo con China durante la visita para discutir los controles a la exportación de semiconductores estadounidenses.
Raimondo no confirmó los planes para ningún grupo de trabajo, pero subrayó que diría a los funcionarios chinos que "cuando se trata de seguridad nacional, no negociamos. No hacemos concesiones. No transigimos".
Estados Unidos está utilizando incentivos gubernamentales y una política fiscal para sacar a las empresas estadounidenses de las cadenas de suministro chinas y aumentar la producción estadounidense de semiconductores.
"El hecho de que invirtamos en Estados Unidos no significa en absoluto que queramos desvincularnos de la economía china", afirmó Raimondo.
El embajador chino en Estados Unidos, Xie Feng, que se reunió con Raimondo la semana pasada, dijo que China busca "el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación beneficiosa para todos".
Este mes, la Casa Blanca comenzó a prohibir algunas inversiones en tecnologías sensibles en China y tiene previsto finalizar en breve las amplias restricciones a la exportación de semiconductores avanzados adoptadas en octubre.
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