El nuevo Congreso de Estados Unidos, el número 118, se inauguró este martes en Washington.
Las divisiones son notorias: los republicanos controlarán la Cámara de Representantes y el partido de gobierno, los demócratas, mantendrán su mayoría en el Senado.
Se espera que los republicanos de la Cámara utilicen su estrecha mayoría para realizar una amplia gama de investigaciones, entre ellas sobre la crisis migratoria en la frontera, el origen del Covid-19 e incluso sobre el hijo del presidente Joe Biden, Hunter Biden.
Elise Stefanik, legisladora republicana de New York , durante el primer día del nuevo Congreso, dijo: “La gente de esta gran nación habló en voz alta y clara de que querían una nueva dirección. Querían una nueva dirección para detener esta agenda radical de extrema izquierda, responsabilizar a Joe Biden y salvar a los Estados Unidos de América.”
La investigación sobre los ataques al Capitolio muy probablemente se detendrá, ya que los republicanos al mando expresaron cero interés sobre el tema.
Distinto es su interés sobre China. Por lo que podría nacer una comisión bipartidista para aumentar la competencia contra el gigante asiático.
Así dijo en un comunicado Kevin McCarthy, líder republicano en la Cámara de Representantes, sobre China: “El Partido Comunista Chino es la mayor amenaza geopolítica de nuestra vida.”
Para los demócratas, el legislador Hakeem Jeffries, de Nueva York, llevará la vocería de la minoría. Y hará historia al convertirse en el primer líder afrodescendiente del Congreso.
Al mismo tiempo traerá nueva energía al liderazgo demócrata, al reemplazar a Nancy Pelosi, que anunció su retiro en noviembre.
Pete Aguilar, Legislador demócrata de California, habló de Jeffries el lunes en el pleno de la Cámara: “Él está comprometido a fortalecer el sueño americano reduciendo los costos para las familias trabajadoras, construyendo comunidades más seguras, sacando las armas de guerra de las calles y creando empleos bien remunerados en las industrias del futuro”.
Mientras los republicanos podrían presentar proyectos de ley para fortalecer la seguridad en la frontera, en el Senado, los demócratas seguirán aprobando las nominaciones de cargos públicos del presidente Biden.
Más allá de eso, los cambios legislativos significativos podrían ser difíciles de conseguir en un Congreso ahora dividido entre dos partidos.
El día estuvo marcado por la elección del nuevo presidente de la Cámara de Representantes. Un día tenso donde se vieron muchas divisiones entre los republicanos, que tienen la mayoría en la cámara, sobre la nominación del líder Kevin McCarthy. Los más conservadores se negaron a apoyar al legislador de California y no lo votaron.
Según el reglamento, la Cámara no puede empezar su trabajo sin un presidente y el hecho fue también histórico: eran 100 años que no se daba una situación así. Entonces, una primera votación no ha dado la victoria a McCarthy. Tampoco una segunda y una tercera. La intención republicana es votar hasta que no se logre un presidente, pero estas vueltas podrían debilitar la figura de McCarthy también si al final ganará la presidencia.
