Legisladores de la cámara baja del Parlamento español aprobaron una ley el jueves, en medio de protestas, que permitiría a la gente poner fin legalmente a sus vidas si sufren de una enfermedad seria o incurable.
La ley, que espera ahora la aprobación del Senado, pasó con una votación de 198-138, afrontando la férrea oposición del conservador Partido Popular, sus simpatizantes y grupos religiosos.
Muchos de los manifestantes que se habían congregado en las afueras del Parlamento llevaban pancartas que leían “Muerte al gobierno”.
“La ley de eutanasia es una derrota para la civilización y una victoria para la cultura de la muerte, para aquellos que creen que algunas vidas valen más que otras”, dijo el líder del partido derechista Vox, Santiago Abascal, en un vídeo publicado en las redes sociales.
Pero el ministro español de Salud, Salvador Illa, dijo a los legisladores que la sociedad “no puede permanecer indiferente cuando es enfrentada por el intolerable dolor que muchas personas sufren”.
Eutanasia es dar muerte sin dolor a un paciente que sufre de una enfermedad incurable o que se encuentra en un coma irreversible. La práctica es ilegal en la mayoría de los países pero ha recibido consideración favorable en la Unión Europea.
De ser aprobada por el Senado, España sería el cuarto país europeo después de Luxemburgo, los Países Bajos y Bélgica en permitirle a la gente legalmente terminar sus vidas debido a condiciones médicas.
Sin ninguna enmienda, la ley podrá entrar en efecto tan pronto como la próxima primavera. Después de ese momento, los pacientes que opten por morir debido a una condición médica están obligados a demandar la eutanasia o a pedir ayuda para cometer un suicidio en cuatro ocasiones diferentes.
Las primeras dos solicitudes deben ser por escrito y sometidas con dos semanas de separación, mientras la cuarta debe ser justo antes que se realice el procedimiento. Todas estas solicitudes deben ser aprobadas por una junta supervisora que tenga jurisdicción sobre la ubicación del paciente.
Sólo ciudadanos españoles o residentes mayores de edad pueden pedir terminar con sus vidas. La ley, sin embargo, da a los doctores la oportunidad de negar una solicitud basados en sus ideas personales.