Pese a que sindicatos sandinistas habían solicitado un incremento de entre el 3% y el 5% al salario mínimo en Nicaragua, éste se mantendrá congelado durante el segundo semestre del año como consecuencia de la recesión económica que vive el país.
La ministra del Trabajo, Alba Luz Torres, explicó que la próxima revisión a los niveles del salario mínimo se realizará en 2020. “Mantener los actuales salarios mínimos aprobados en la aplicación y establecidos en el acta número dos del 23 de agosto del año 2018 hasta el 29 de febrero del año 2020”, citó la funcionaria en el comunicado oficial.
A la discusión del tema sobre el salario mínimo no fueron invitados los representantes del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP); sin embargo, los empresarios sostienen que en momentos de crisis es prioridad conservar el empleo.
Sergio Maltés, vicepresidente del COSEP y presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua, aseguró que: “Lo primero que tienes que proteger es el empleo. El año pasado el desempleo aumentó en 180 mil personas, este año se calculan otras 90 mil más, estamos hablando de 270 mil empleos formales que se van a perder, y a parte puedes tener otras 100 mil que pasarían informales, entonces estás hablando de más de 450 mil desempleos en estos dos años. Ahorita con todo este tipo de afectaciones que hemos tenido, no es el momento para estar aumentando el salario, si no tratando lo más posible de poder preservar el empleo”.
El salario mínimo en Nicaragua varía entre 4 mil y 7 mil córdobas (unos 130 y 220 dólares), dependiendo del sector laboral. Los trabajadores del campo son quienes reciben los sueldos más bajos del país.
En el año 2018 el salario mínimo se incrementó en 10,40 % aplicado en dos partes, 5,20 % del primero de marzo al primero de agosto, y de igual porcentaje del primero de septiembre al 28 de febrero del 2019.
Con el congelamiento del salario mínimo los trabajadores deberán absorber el incremento de más de 700 córdobas en la canasta básica desde que el gobierno aprobó una reforma tributaria, quitó exoneraciones y exenciones a varios productos de primera necesidad.
Luis Barbosa, dirigente de la Central Sandinista de Trabajadores, aseguró que respaldan el decreto oficial.
“Permitirles a los empresarios que pueden a lo largo de este periodo lograr mejorar las condiciones económicas, generar empleos, de eso se trata, no de atentar contra el empleo sino de crear estabilidad para que exista normalidad en nuestro país, este es un acuerdo que tomamos de manera tripartita los trabajadores, el gobierno y los empleadores”, dijo el sindicalista en conferencia de prensa.