Las represalias de Rusia ante las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea no solo se centran en prohibir la importación de alimentos sino también podrían llevar a cerrar su espacio aéreo para los vuelos en tránsito entre Europa y Asia.
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev reconoció que es una medida drástica, que no se tomará de la noche a la mañana, pero que ya estudian la posibilidad en respuesta a la directa sanción impuesta por la Unión Europea a la compañía aérea rusa, Dobroflet, quien tuvo que suspender todos sus vuelos.
Moscú al prohibir los vuelos de tránsito por Siberia obligaría a las aerolíneas a cambiar de ruta por unas más largas y por consiguiente más costosas por el gasto de carburante. Pero, al mismo tiempo afectaría también a la principal compañía aérea rusa Aeroflot por lo que evalúan la medida.
Además, "se está estudiando la cuestión sobre el cambio de los llamados puntos de entrada y salida en el espacio aéreo ruso para los vuelos regulares y chárter de las empresas europeas y norteamericanas", señaló el jueves Medvedev.
El cierre afectaría seriamente a las compañías europeas, en particular a Lufthansa, British Airways, Air France y Finnair, que operan numerosos vuelos de largo recorrido hacia Asia.
Bank of America Merrill Lynch estimó que el usar otras rutas representaría un costo adicional de $ 30.000 dólares por vuelo.