El Departamento de Estado estadounidense respondió a la decisión rusa de expulsar en represalia a 60 diplomáticos estadounidenses y cerrar el consulado en San Petersburgo, catalogando la medida como “lamentable” e “injustificada”.
“Está claro que Rusia no está interesada en el diálogo sobre asuntos que importan a nuestros dos países”, señaló la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
Nauert indicó que las acciones estadounidenses fueron motivadas en respuesta al ataque con un agente tóxico de un exespía ruso y su hija en Inglaterra, que marca la primera vez que se usa un arma química fuera de una guerra y en territorio de un país aliado.
La portavoz del Departamento de Estado dejó claro que apoyarán a todos los diplomáticos estadounidenses y expresó que con estas acciones “Rusia se está aislando a sí misma, luego del descarado ataque químico en el Reino Unido”.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, anunció el jueves que su país responderá de la misma manera y cerrará el consulado de EE.UU. en St. Petersburgo y expulsará a 60 diplomáticos estadounidenses.
“… medidas de represalia que incluyen la expulsión del número equivalente de diplomáticos y nuestra decisión de retirar el permiso para el funcionamiento del consulado general de EE.UU. en San Petersburgo", expresó Lavrov.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso dijo que los diplomáticos estadounidenses, incluidos 58 diplomáticos de la embajada de Estados Unidos en Moscú y dos del consulado estadounidense en Ekaterimburgo, deben abandonar Rusia antes del cinco de abril. Agregó que el consulado tiene 48 horas para poner fin a a sus operaciones.
El ministerio advirtió que en caso de que EE.UU. tome más “acciones hostiles” contra las misiones rusas, Rusia responderá de la misma manera.
“Invitamos a las autoridades de Estados Unidos que están fomentando una campaña difamatoria contra nuestro país a volver a la realidad y detener acciones irreflexivas para destruir las relaciones bilaterales”, añadió.
La Voz de América entrevistó al embajador estadounidense en Moscú, Jon Hunstman sobre el accionar estadounidense, quien señaló que la medida era "una respuesta diplomática a un incidente muy grave que se desarrolló en territorio británico. No responder hubiera sido irresponsable".
Dos docenas de países, incluidos Estados Unidos, muchas naciones de la Unión Europea y la OTAN, ordenaron la salida de más de 150 diplomáticos rusos esta semana como una muestra de solidaridad con Gran Bretaña.
Sergei Lavrov también indicó durante su anuncio, el jueves, que actuaría de la misma manera contra los países que han expulsado a diplomáticos rusos llamándolas "medidas simétricas".
Tras el anuncio inicial de EE.UU., la Casa Blanca, indicó que la decisión del gobierno estadounidense no cierra las puertas a mejorar las relaciones con el gobierno de Vladimir Putin, pero que para ello debe cambiar su comportamiento.
“Sería muy irresponsable no continuar nuestro compromiso con Rusia en cuestiones como la estabilidad estratégica y el control de armamentos, que no son responsabilidad única de EE.UU. y Rusia, sino que afectan la estabilidad y el bienestar de todo el planeta. Entonces, en cierto sentido, es responsabilidad de ambos países mantenerse comprometidos. No importa qué tan difíciles se vuelvan algunos de estos problemas bilaterales o regionales”, manifestó el embajador estadounidense.