El reportero del Wall Street Journal Evan Gershkovich seguirá en la cárcel por acusaciones de espionaje al menos hasta finales de junio, después de que un tribunal de Moscú rechazó el martes su apelación que buscaba terminar con su arresto previo al juicio.
El estadounidense de 32 años fue detenido a finales de marzo de 2023 en un viaje de trabajo y ha pasado más de un año en la cárcel mientras las autoridades amplían periódicamente su detención y rechazan sus apelaciones. El mes pasado, su detención previa al juicio fue extendida una vez más, hasta el 30 de junio, en una decisión que él y sus abogados han apelado. Un tribunal de apelaciones de Moscú rechazó dicha apelación el martes.
El martes en el tribunal, Gerhskovich, que vestía una camiseta blanca y una camisa a cuadros, se veía relajado, riendo y charlando en ocasiones con los miembros de su equipo legal.
Su arresto en la ciudad de Ekaterinburgo sacudió a los periodistas en Rusia, cuyas autoridades no han detallado las pruebas que tienen —si las hay— en las que basan sus acusaciones de espionaje.
Gershkovich y su empleador han negado las acusaciones, y el gobierno estadounidense ha declarado que fue detenido erróneamente.
Varios analistas han señalado que Moscú podría estar utilizando a los estadounidenses encarcelados como fichas de intercambio en las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Rusia debido a la operación militar del Kremlin en Ucrania. Al menos dos ciudadanos estadounidenses arrestados en Rusia en años recientes, entre ellos, la estrella de la WNBA, Brittney Griner, han sido intercambiados por rusos encarcelados en Estados Unidos.
En diciembre, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que hizo una importante oferta para garantizar la liberación de Gershkovich y Paul Whelan, otro estadounidense encarcelado en Rusia por acusaciones de espionaje, la cual, dijo, fue rechazada por Rusia.
Las autoridades no describieron la oferta, aunque Rusia ha dicho que busca la liberación de Vladim Krasilov, condenado a cadena perpetua en Alemania en 2021 por el asesinato en Berlín de Zelimkhan “Tornike” Khangoshvili, ciudadano georgiano de 40 años de ascendencia chechena que combatió a las tropas rusas en Chechenia y posteriormente pidió asilo en Alemania.
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