Rusia rechazó las críticas de Estados Unidos y la Unión Europea en el caso de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero del que fue hallado culpable el empresario petrolero ruso Mikhail Khodorkovsky.
Khodorkovsky era un abierto crítico del entonces presidente Vladimir Putin antes de ser enviado a la cárcel en 2003.
El ejecutivo y su socio, Platon Lebedev fueron nuevamente declarados culpables por acusaciones que podrían extender sus sentencias de prisión.
Por su parte, las autoridades estadounidenses han dicho que están molestas por las presuntas violaciones al debido proceso y las posibles violaciones al sistema legal en este caso.
Europa también expresó dudas sobre la transparencia del juicio. Alemania calificó la declaración de culpabilidad como un “retroceso” para la democracia rusa.
Ante las críticas la cancillería rusa reaccionó diciendo que “Moscú espera que la gente se ocupe de sus propios asuntos, tanto en sus países como a nivel internacional”.