Rusia y China vetaron el jueves una resolución humanitaria respaldada por la gran mayoría de los integrantes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que buscaba un cese del fuego en Idlib, una provincia del noroeste de Siria y el último bastión rebelde en el país.
El proyecto exigía que las actividades antiterroristas cumplieran con las leyes humanitarias internacionales.
El embajador ruso en la ONU, Vassily Nebenzia, informó al Consejo que la intención de la resolución _creada por Alemania, Bélgica y Kuwait_ era "salvar a los terroristas internacionales que están atrincherados en Idlib de su derrota final".
Idlib se encuentra bajo dominio del grupo combatiente Hayat Tahrir al-Sham, ligado a la red Al Qaeda. Las fuerzas sirias, respaldadas por Rusia, habían perpetrado ataques terrestres y aéreos en Idlib durante cuatro meses, pero los civiles se habían visto enormemente afectados.
Un cese del fuego que entró en vigor a finales de agosto fue respetado pese a algunas violaciones.
El embajador alemán en Naciones Unidas, Christoph Heusgen, respondió que los defensores de la resolución puramente humanitaria "siguen decididos a combatir el terrorismo", pero insistió en que los operativos deben garantizar la protección de civiles conforme lo exigen las leyes internacionales.
La votación del jueves en el Consejo de 15 integrantes terminó con un resultado de 12-2, con la abstención de Guinea Ecuatorial. Otra resolución distinta para un cese del fuego en Idlib presentada por Rusia y China fue sometida posteriormente a votación y también fue derrotada.
Anteriormente, un funcionario de Naciones Unidas dijo ante el Consejo de Seguridad que la situación humanitaria en Idlib era "alarmante". Cerca de 400.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en el noroeste del país tan solo en los últimos cuatro meses, y aproximadamente 600.000 personas viven en tiendas de campaña, campamentos o en el desamparo.
