Desde que en Japón se introdujo el avanzado robot humanoide Asimo muchos han sido los avances en androides que realizan distintas tareas en el hogar.
Jibo, por ejemplo, es un robot con movimientos simples, pero con la capacidad de interactuar con las personas a través del sonido, las fotografías y el contacto natural.
La investigadora del Instituto de Tecnología de Massachusetts Cynthia Breazeal, creó a Jibo inicialmente como una plataforma para la exploración de cómo la gente se comunica con la tecnología.
“Jibo es un robot que se puede mover, con cámaras que pueden moverse y que interactúa, por así decirlo, como lo hace un ser vivo”, asergura Breazeal.
Jibo puede recordarle sobre tareas pendientes, tomar fotografías, entretener a la gente y contar historias a los niños.
Breazeal dice que también incorpora tecnología sensible al tacto.
"La gente a menudo se comunica a través del tacto, por lo que usted puede acariciar a Jibo si hace algo que le gusta y Jibo reaccionará a la caricia”, explica la investigadora.
Por su parte, este robot del diseñador francés Pierre Lebeau, fue diseñado como una plataforma de entretenimiento que puede seguir a su dueño a donde quiera que vaya.
"Se me ocurrió la idea de crear una computadora con un proyector en el interior, con cámara y un gran sistema de sonido, algo similar a experiencia del televisor, pero que pudiera desplazarse a cualquier sitio sin necesidad de conexiones”, dijo Lebeau.
Ambos investigadores dicen que sus robots están destinados al mercado con precios que van desde los $500 a $ 5.000 dólares.
Precios que siguen siendo muy altos para la mayoría de los consumidores, pero que seguramente definirán el futuro de androides más económicos.
