El exsecretario de Defensa de Estados Unidos Robert Gates defendió el programa de Acción Diferida para la Llegada en la Infancia, DACA, por sus siglas en inglés, y dijo que su eliminación afectará a inmigrantes que sirven en las fuerzas armadas.
Gates, quien dirigió el Departamento de Defensa bajo los presidentes George W. Bush y Barack Obama, dijo en un artículo de opinión publicado el jueves en el New York Times que durante los casi cinco años que estuvo al frente del Pentágono, 2.621 inmigrantes que prestaban servicio en las fuerzas armadas de Estados Unidos se convirtieron en ciudadanos naturalizados mientras estaban desplegados en Afganistán e Irak.
Más de 100 soldados inmigrantes han hecho el sacrificio máximo en combate durante esas guerras, indicó Gates.
En el mismo periodo, de 2006 a 2011, un total de 45.700 inmigrantes que servían en las fuerzas armadas se naturalizaron ciudadanos estadounidenses.
En 2010, Gates escribió al Congreso en defensa del proyecto de ley conocido como Dream Act que hubiera dado a jóvenes indocumentados un camino a la residencia permanente. El proyecto nunca fue aprobado.
Gates dice que la importancia de reclutar inmigrantes en las fuerzas armadas solo ha aumentado desde entonces, porque cada vez menos estadounidenses son elegibles para prestar servicio militar.
Más de 800 de los llamados “dreamers” que recibieron autorización para estar y trabajar en EE.UU. bajo DACA, recientemente revocado por el presidente Donald Trump, están prestando servicio en las fuerzas armadas.
Gates dice que ellos pueden prestar servicio debido a un programa que él autorizó en 2008 destinado a reclutar inmigrantes con habilidades médicas, idiomas u otras especialidades.
Más de 350 recipiente de DACA adicionales han firmado contratos con el Ejército y aguardan entrenamiento básico.
Si el Congreso no actúa, dice Gates, los permisos de esos reclutas expirarán, no podrán prestar servicio y estarán en riesgo de deportación.