Astrofísicos de Dinamarca creen que descifraron por qué algunas de las más antiguas estrellas en la Vía Láctea están cargadas de pesados elementos químicos, los cuales fueron muy poco común 10.000 millones de años atrás cuando se formaron los cuerpos estelares.
La nueva teoría desarrollada por científicos del Instituto Niels Bohr, en la Universidad de Copenhague, sugiere que la clave de este misterio se encuentra dentro de la más grande y más poderosa explosión en el universo: una supernova.
Algunos de los elementos químicos más pesados solo pueden ser creados dentro de una supernova. Las más antiguas estrellas son casi todas de hidrógeno y helio, los elementos más livianos y más abundantes en el universo.
Con el paso del tiempo, las explosiones de supernova crearon elementos más pesados tales como oro, plata y uranio que crecieron en nuevas generaciones de estrellas.