La Casa Enrique, el primer restaurante latino de comida mexicana en la ciudad de Nueva York que recibe una Estrella Michelin, ha tenido que cerrar sus puertas, víctima de la pandemia del nuevo coronavirus que azota con toda su fuerza a la Gran Manzana.
Según cifras oficiales, alrededor de 154.400 personas trabajan en restaurantes, cafeterías y bares en Nueva York, una nómina de 4 millones 700 mil dólares al año. Entre ellos se encuentran los 40 que laboran para Casa Enrique.
Cosme Aguilar, chef y dueño del restaurante, dijo a la Voz de América que el negocio no soportaba una reducción de la plantilla.
“Llegó el momento que decidimos, pues no podemos trabajar con pocos empleados y decidimos cerrar hace tres semanas el domingo”, explicó Aguilar vía Facetime desde su residencia en Nueva York.
“Las cosas en Casa Enrique no están tan bien, porque estamos preocupados un poco por los empleados, no sabemos qué va a pasar con ellos”, dijo Aguilar con pesar.
“No sabemos si van a regresar, mucha gente está pensando en regresarse a México, probablemente decidieron irse a trabajar, a la agricultura, de verdad no sabemos lo que vaya a pasar”, agregó.
La situación económica que afecta a casi todos los negocios en Nueva York que han tenido que cerrar a causa de la pandemia los pone en aprietos que no saben cómo se van a resolver en el futuro.
“Los legisladores de Nueva York han presentado una legislación que exigiría a las aseguradoras reembolsar a las empresas que sufren cierres o pérdidas de ingresos relacionados con el nuevo brote de coronavirus”, dijo Aguilar a la VOA.
Según lo planeado, “el proyecto de ley se aplicaría retroactivamente a restaurantes y otros establecimientos que tengan una póliza de seguro vigente desde el 7 de marzo”.
Aun así, para Aguilar, como para el resto de los propietarios lo único claro es el deseo de volver a trabajar en medio de la incertidumbre
“Vamos a empezar a trabajar”, afirmó Aguilar. “Antes yo pienso arreglar el restaurante un poco y no sé si podré hacer mantenimiento. Mucha gente quiere trabajar y lo vamos a hacer”.
Sin embargo, admitió que esto es algo que dice ahora “pero probablemente cambie mañana, porque no sabemos si (la solución es) en dos meses (…) o en un mes”.
