El presidente mexicano, Felipe Calderón, responsabilizó a Estados Unidos de los crímenes por el narcotráfico en México.
En una entrevista difundida el miércoles por la BBC, Calderón afirmó que “no les echo la culpa de todo, pero por supuesto que tienen una cara responsabilidad en esto, porque representan el mercado de los vendedores de droga y los criminales”.
Ante la pregunta de si Estados Unidos asume sus responsabilidades, Calderón contestó que "en esta cuestión en particular no lo hace".
"El problema del crimen organizado continuará mientras Estados Unidos siga siendo el primer consumidor de drogas en el mundo", dijo el jefe del Estado de Colombia.
Estados Unidos "les provee a los narcotraficantes armas y, por supuesto, tiene que hacer mucho más para reducir el consumo de drogas y detener el flujo de armas hacia México", subrayó.
México ha registrado más de 28.000 muertes relacionadas con el narcotráfico desde que el actual presidente lanzara una ofensiva contra esta problemática en 2006.
Desde entonces, se han desplegado más de 50.000 militares.
Esta polémica se ha avivado ante la decisión de California de convocar un referéndum para legalizar el cultivo y la venta de marihuana.
Los presidentes de México, Colombia y de varios países centroamericanos que conforman el grupo de Tuxtla han pedido "coherencia" a Estados Unidos en la política antidrogas.
"No puede promover la criminalización de estas actividades en otros países y, al mismo tiempo, la legalización abierta o velada de la producción y consumo de drogas en su propio territorio", afirmaron los líderes del encuentro que se produjo en Cartagena, Colombia.
Calderón expresó también su preocupación por lo que denominó un "sentimiento de antimexicanismo o antiinmigración" en el sur de Estados Unidos.
"Los estadounidenses tendrán elecciones el próximo mes, y si la inmigración es un tema central, es absolutamente comprensible que las autoridades traten de ser muy duros (con los inmigrantes) para ganar el voto de los radicales, como el Tea Party", advirtió.
El multimillonario George Soros aportó un millón de dólares a la campaña para la legalización de la marihuana en California, iniciativa que se someterá a referéndum el próximo 2 de noviembre.