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Republicanos critican la postura de Biden tras su reunión con Xi


El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a la derecha, y el presidente de China, Xi Jinping, se dan la mano antes de una reunión al margen de la cumbre del G20, el 14 de noviembre de 2022 en Bali, Indonesia.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a la derecha, y el presidente de China, Xi Jinping, se dan la mano antes de una reunión al margen de la cumbre del G20, el 14 de noviembre de 2022 en Bali, Indonesia.

La reunión de tres horas entre los mandatarios fue criticada por el ala dura del Partido Republicano. Los críticos se muestran escépticos de que Beijing quiera realmente trabajar con Washington.

Los republicanos del Congreso condenaron en su mayoría al presidente Joe Biden por decir que “no es necesario que haya una nueva Guerra Fría” entre Estados Unidos y China, luego de una cumbre de tres horas con el presidente chino Xi Jinping en Indonesia.

Sin embargo, algunos republicanos se unieron a los miembros del Partido Demócrata liderado por Biden para dar la bienvenida con cautela a las señales de que la reunión podría haber ayudado a evitar malentendidos que podrían conducir a un conflicto innecesario.

El senador republicano Tom Cotton de Arkansas tuiteó: “Joe Biden nuevamente no ha abordado o incluso reconocido la Guerra Fría de China contra Estados Unidos. Su ingenuo regreso a una política de apaciguamiento dañará a Estados Unidos, pondrá en peligro a Taiwán y envalentonará aún más a Xi Jinping”.

Biden también aseveró: “No creo que haya ningún intento inminente por parte de China para invadir Taiwán”, a pesar de la escalada de movimientos militares de Beijing en el Estrecho de Taiwán.

Antes de la reunión, el ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, dijo a la Voz de América que “si los líderes o el presidente, la vicepresidenta de Estados Unidos, pueden hablar con los líderes chinos para abordar las preocupaciones sobre la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán o la violación del statu quo por parte de China, será muy útil para la paz regional”.

Los comentarios de Biden provocaron una reacción airada de varios legisladores republicanos.

La senadora de Tennessee Marsha Blackburn, también republicana, tuiteó: “Xi Jinping se centra en la dominación global, no en trabajar con la administración Biden sobre el cambio climático”.

Reuniones descritas como "francas y constructivas"

Los líderes de las dos mayores economías del mundo se reunieron esta semana en vísperas de la cumbre del G-20 en Bali. Cada uno de los hombres había obtenido victorias políticas recientes en casa: Xi comenzó un tercer mandato sin precedentes y Biden se benefició de lo que se considera una victoria para su Partido Demócrata después de una sólida actuación en las elecciones de mitad de período de EEUU.

Los dos entablaron una franca conversación sobre sus respectivas prioridades e intenciones sobre una variedad de temas, según las actas de la reunión publicadas por la Casa Blanca.

Biden enfatizó la necesidad de que EEUU y China trabajen juntos en los desafíos transnacionales, incluido el cambio climático, la estabilidad macroeconómica global, incluido el alivio de la deuda, la seguridad sanitaria y la seguridad alimentaria mundial, según la lectura.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China señaló: "Ambos presidentes consideraron que la reunión fue profunda, sincera y constructiva. Instruyeron a sus equipos para que hicieran un seguimiento e implementaran de inmediato los importantes entendimientos comunes alcanzados entre ellos y tomaran medidas concretas para restablecer la pista de las relaciones para el desarrollo constante entre China y Estados Unidos".

El senador de Florida, Marco Rubio, vicepresidente del Comité de Inteligencia y miembro principal del Comité de Relaciones Exteriores, dijo que la reunión de Bali no fue un punto de inflexión en las relaciones entre Estados Unidos y China.

Rubio le dijo al servicio en mandarín de la VOA durante una entrevista el lunes que “ninguna reunión resolverá los problemas profundos entre Estados Unidos y China, que seguirán siendo el desafío de los siglos”.

En una declaración escrita el lunes, antes de que Xi y Biden se reunieran, Rubio criticó a Biden por malinterpretar “peligrosamente” al Partido Comunista Chino (PCCh ), que, según dijo “impulsa abiertamente el conflicto con Estados Unidos y sus aliados”.

“Esta reunión debería haber responsabilizado al PCCh por sus abusos desenfrenados contra los derechos humanos, el robo continuo de la propiedad intelectual estadounidense y su negativa a investigar los orígenes del COVID-19”, dijo Rubio. “En cambio, el presidente Biden demostró que está dispuesto a sacrificarlo todo, incluida nuestra seguridad nacional y la seguridad de nuestros aliados, en aras de continuar conversaciones climáticas desafortunadas con el mayor adversario de nuestra nación”.

"Es bueno que estemos hablando"

Sin embargo, el senador demócrata Tim Kaine de Virginia cree que la larga reunión indicó un desarrollo positivo.

“Tres horas no es necesariamente una buena señal, pero creo que es positivo, porque hay tantos problemas, y eso me dice que ambos llegaron a la reunión entendiendo cuán importante es la comunicación entre Estados Unidos y China como mínimo”, dijo a la VOA en mandarín el lunes."Así que me alegró escuchar eso".

El senador republicano Mike Rounds de Dakota del Sur dijo el lunes a la VOA que es importante mantener buenas relaciones con China.

“El Partido Comunista Chino puede tener diferentes puntos de vista sobre cómo llegar allí”, dijo. “Queremos dejar claras nuestras posiciones, pero también queremos que entiendan que preferirán tener paz que tener conflictos".

“Siempre tengo la esperanza de que las comunicaciones y la diplomacia puedan ganar”, agregó. “El tiempo dirá si tuvimos o no una reunión exitosa. Pero es bueno que estemos hablando”.

El representante demócrata Gregory Meeks de Nueva York y la representante demócrata Ami Bera de California dijeron en un comunicado que “el diálogo sincero y la diplomacia sostenida son necesarios para garantizar que esta competencia sea saludable, constructiva y no se convierta en conflicto”.

Pero, agregaron, el compromiso con China “seguirá basándose en el principio de la competencia estratégica, mientras Beijing continúe ignorando las reglas y normas internacionales, ya sea la agresión de China en el Estrecho de Taiwán, su genocidio en Xinjiang, su opresión en Hong Kong y el Tíbet, o su apoyo a las acciones desestabilizadoras de Rusia y Corea del Norte”.

[Adrianna Zhang contribuyó a este despacho]

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