Los teléfonos celulares de decenas de periodistas y defensores de los derechos humanos en El Salvador fueron pirateados en repetidas ocasiones con un sofisticado spyware durante el último año y medio, aseguró el miércoles un grupo de monitoreo de internet.
En un reporte sobre sus hallazgos más recientes sobre el uso del spyware Pegasus de la compañía israelí NSO Group, el Citizen Lab de la Universidad de Toronto dijo que había identificado a un operador de Pegasus que trabajó casi exclusivamente en El Salvador en 2020.
Si bien los investigadores no pudieron vincular de manera concluyente las intrusiones cibernéticas con el gobierno salvadoreño, el reporte señaló que “el sólido enfoque de las infecciones en un país en específico deja entrever que esto es muy probable”.
NSO Group, que el gobierno estadounidense incluyó en una lista negra el año pasado, asegura que vende su spyware únicamente a agencias policiales y de inteligencia de gobiernos legítimos a los que el ministerio de Defensa de Israel les ha dado el visto bueno para que lo usen contra terroristas y criminales.
Sofía Medina, portavoz del presidente Nayib Bukele, declaró en un comunicado: “El gobierno de El Salvador no está de ninguna manera relacionado con Pegasus y tampoco es cliente de NSO Group”, y aseguró que no tiene los permisos para usar este tipo de software.
El gobierno está investigando el uso de Pegasus para hackear teléfonos en El Salvador, aseguró.
Medina señaló que ella también recibió una alerta de Apple el 23 de noviembre, como afirman las otras víctimas, que le decía que existía la posibilidad de que estuviese siendo víctima de hackeo patrocinado por el Estado.
Dijo que el ministro de Justicia y Seguridad Pública de El Salvador recibió ese mismo mensaje ese día. La investigación de Citizen Lab no incluyó a funcionarios del gobierno, aclaró Medina.
Bukele, un presidente sumamente popular, ha arremetido contra sus críticos en la prensa independiente de El Salvador, muchos de los cuales resultaron afectados por los hackeos.
Citizen Lab realizó un análisis forense de 37 dispositivos después de que sus propietarios sospecharon que podían estar siendo víctimas de hackeos. El Laboratorio de Seguridad de Amnistía Internacional revisó su análisis, y los confirmó de manera independiente.
John Scott-Railton, investigador de Citizen Lab y autor del reporte, declaró que la “agresividad y persistencia del hackeo fue sorprendente”.
“He visto muchos casos de Pegasus, pero lo que fue particularmente perturbador en este caso fue su yuxtaposición con las amenazas físicas y el lenguaje violento contra la prensa en El Salvador”, comentó Scott-Railton.
“Estas son algunas de las cosas que tal vez no te sorprenderían en una dictadura pero, al menos en el papel, El Salvador es una democracia”, comentó.
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