La presión del aire en la Estación Espacial Internacional (EEI) ha vuelto a sus niveles normales tras la reparación de una fuga, informó el viernes la agencia espacial rusa Roscosmos.
“La seguridad y la salud de la tripulación no corren peligro”, añadió en un comunicado.
La fuga descubierta el jueves se debió a un pequeño orificio en una de las cápsulas rusas Soyuz acopladas a la estación. Todos los tripulantes arriban y parten en las Soyuz.
El director del programa espacial tripulado, Serguei Krikalev, dijo a la agencia noticiosa estatal Tass que el orificio fue cerrado con un sellador que “ha demostrado ser hermético”. Agregó que la falla pudo deberse a un problema en los materiales o al golpe de un micrometeorito.
La tripulación actual está integrada por tres estadounidenses, dos rusos y un alemán.
La Estación Espacial Internacional es un centro de investigación y laboratorio de interpretación en el que 16 países concentran sus conocimientos científicos sobre la exploración espacial. La estructura está en órbita y flota a unas unos 390 kilómetros por sobre la superficie del planeta Tierra. Los astronautas, sus equipos y provisiones se transportan en las naves rusas Soyuz y Progress y en los transbordadores espaciales de Estados Unidos.