La renuncia el jueves de dos ministros del gobierno de Gran Bretaña, entre ellos el secretario del Brexit Dominic Raab, es un importante revés para la primera ministra Theresa May, quien deberá en estas circunstancias intentar convencer al Parlamento de su plan para salir de la Unión Europea.
Raab dijo en un comunicado que su conciencia no le permitiría respaldar los términos de la propuesta que ayudó a negociar. Específicamente se opuso a una disposición clave que establece una unión aduanera que eliminaría la necesidad de una frontera dura entre la Irlanda del Norte británica e Irlanda, miembro de la Unión Europea.
Vea también: Gran Bretaña alcanza acuerdo preliminar para el Brexit.
Su renuncia debilita la posición de May y podría dar alas a sus rivales en el Partido Conservador.
Después que el gabinete británico aprobó el borrador el miércoles, May calificó el texto como el mejor que se pudo negociar.
Al parecer, sin embargo, pocos británicos están realmente satisfechos con el acuerdo.
"Con suerte, podría haber un poco más de estabilidad entonces, si tenemos una salida acordada del Brexit si lo desea, con suerte será una cosa acordada y podremos seguir adelante, y las cosas se verán un poco" un poco mejor. La libra puede mejorar un poco y un poco más la confianza en el crecimiento de las exportaciones y la industria, quién sabe qué tendremos que ver realmente", dijo la residente de Yorkshire, Dave Ogden.
Partidarios de May dijeron el jueves que las alternativas de abandonar el bloque sin un acuerdo, o una segunda consulta sobre el Brexit, no eran realistas.
"Que no haya acuerdo no es bonito (...) Un segundo referéndum sería divisivo, pero no decisivo", indicó el secretario de Salud, Matt Hancock, en declaraciones a BBC Radio 4.
Los partidos de la oposición, especialmente el Partido Laborista, señalaron que votarán en contra del pacto cuando tengan ocasión, probablemente en diciembre.
Esta posición podría ser determinante, debido a que May no tiene escaños suficientes para sacarlo adelante por sí mismo y depende del respaldo del Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte, que también se mostró en contra.
Vea también: May consigue apoyo del gabinete en acuerdo de Brexit.
Las bases del acuerdo preliminar
El acuerdo basado en la votación del referéndum, recupera el control del dinero, las leyes y las fronteras de Gran Bretaña, pone fin a la libre circulación, protege los empleos, la seguridad y el sindicato.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo el jueves que los líderes de la Unión Europea se reunirán el 25 de noviembre para finalizar el acuerdo sobre la salida de Gran Bretaña de la UE.
Tusk hizo el anuncio luego de las conversaciones con el jefe negociador del Brexit de la UE, Michel Barnier.
Los partidos de la oposición, especialmente el Partido Laborista, señalaron que votarán en contra del pacto cuando tengan ocasión, probablemente en diciembre. Esto es determinante ya que el gobierno conservador de May no tiene escaños suficientes para sacarlo adelante por sí mismo y depende del respaldo del Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte, que también se mostró en contra.
Mientras, en Bruselas, Tusk elogió al jefe negociador de la UE, Michel Barnier, por haber "conseguido los dos objetivos principales": limitar el daño causado por la inminente salida de Gran Bretaña y mantener los intereses de las 27 naciones que seguirán conformando la UE el Brexit.
"Por mucho que me entristezca su marcha, haré todo lo posible para hacer esta despedida lo menos dolorosa posible para ustedes y para nosotros", señaló Tusk.
El acuerdo debe ser aprobado, además de por el británico, por el Parlamento Europeo, por lo que Barnier viajará el jueves a Estrasburgo, en Francia, para buscar el respaldo de los eurodiputados. El principal delegado parlamentario para el Brexit, Guy Verhofstadt, dio la bienvenida al borrador el miércoles en la noche.
En las próximas semanas, el parlamento británico se convertirá en el epicentro del proceso del Brexit. El pacto debe ser aprobado por la mayoría de los legisladores para que Gran Bretaña pueda salir de la Unión Europea el 29 de marzo de 2019.
