Corea del Norte no entregó el mentado “regalo de Navidad” a Estados Unidos, pero las tensiones entre ambos países parecen lejos de resolverse a medida que se acerca la fecha límite de fin de año para las conversaciones nucleares con Pyongyang.
Se había especulado con el hecho de que Corea del Norte podría llevar a cabo una prueba de misiles balísticos intercontinentales durante la temporada navideña, después de que un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores del país norcoreano prometiera, a principios de este mes, un “regalo de Navidad” a Estados Unidos.
Pero no hubo ningún informe de pruebas de armas nucleares el miércoles, día de Navidad, y los medios estatales de Corea del Norte se abstuvieron de hacer alguna crítica destacada a Estados Unidos entre el miércoles y este jueves.
Fecha límite: final de año
El silencio no puede durar mucho. Corea del Norte ha impuesto una fecha límite para final de año para que Estados Unidos suavice su postura sobre las conversaciones nucleares estancadas. Dos próximos eventos en el calendario político interno de Corea del Norte también pueden ayudar a determinar las intenciones de ese país.
Antes de final de año, el partido gobernante de Corea del Norte celebrará una reunión de políticos de alto rango, en la que se podrían anunciar decisiones de política exterior de gran alcance.
El discurso anual del día de Año Nuevo del líder norcoreano Kim Jong Un también será seguido de cerca. En su discurso del año pasado, Kim amenazó con dar una “nueva forma” a su país si las conversaciones nucleares seguían estancadas.
Entre las opciones más provocativas que Kim podría anunciar, según los analistas, están la de una suspensión o finalización de las negociaciones con Estados Unidos o la reanudación de misiles de largo alcance o de pruebas nucleares.
Durante semanas, Corea del Norte ha señalado los preparativos para un importante lanzamiento de misiles.
A finales de noviembre, ese país mandó una advertencia sobre una prueba de “misil balístico real” bajo la “nariz” de Japón. En diciembre, realizó dos pruebas de motor, aparentemente para cohetes de largo alcance.
El embajador de Corea del Norte en las Naciones Unidas declaró, a principios de este mes, que la desnuclearización está fuera de la mesa de negociaciones y que ya no se necesitan conversaciones con Estados Unidos.
Una amenaza vaga… pero viral
Los medios estatales de Corea del Norte, también a principios de este mes, lanzaron advertencias casi diarias sobre la fecha límite de final de año, incluida la vaga amenaza sobre el llamado “regalo de Navidad”.
“Depende totalmente de Estados Unidos qué regalo de Navidad escogerá recibir”, dijo Ri Thae Song, viceministro de Asuntos Exteriores, en un comunicado difundido a través de la Agencia Central de Noticias de Corea el pasado 3 de diciembre.
La declaración nunca especificó cuál sería el “regalo”, cuándo se entregaría o qué debe hacer Estados Unidos para evitar recibirlo.
No obstante, el “regalo de Navidad” se convirtió en una narrativa dominante en los medios de Corea del Norte en diciembre, atrayendo grandes titulares en los medios de comunicación internacionales.
En el período previo a la Navidad, el tema fue tendencia en Twitter, tanto a nivel internacional como en Estados Unidos, con muchos usuarios bromeando sobre lo que les gustaría lograr antes de que Corea del Norte entregue su regalo.
“Nada supone una mejor demostración de cuán efectivas son las tácticas de comunicación pública de Corea del Norte con el hecho de que todos estamos tomando la noción de un ‘regalo de Navidad’ tan literalmente”, señaló Mintaro Oba, un exfuncionario del Departamento de Estado a través de Twitter.
“No estoy seguro de que Corea del Norte inicialmente tuviera la intención de que el lenguaje ‘regalo de Navidad’ significara ‘esperar algo bueno de Navidad’. Más bien, querían aumentar la presión de la fecha límite de final de año en un idioma que sabía que entenderíamos. Pero, sinceramente, quién sabe”, agregó Oba.
Muchos analistas criticaron las continuas especulaciones, sugiriendo que estaban aumentando las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte.
“En ese sentido, parece que muchos medios y expertos están alentando las provocaciones de Corea del Norte, y de hecho les gustaría ver qué sucede”, comentó Kim Dong-yub, un experto de Corea del Norte en el Instituto de Estudios del Lejano Oriente de la Universidad de Kyungnam en Seúl.
Kim también subrayó que Corea del Norte nunca dijo que el “regalo de Navidad” sería una prueba de un misil balístico intercontinental (ICBM por sus siglas en inglés).
“Si Corea del Norte realmente quiere lanzar un ICBM, entonces no lo anunciarán con anticipación”, dijo.
Según un informe de la cadena de televisión CNN que citó “una fuente familiarizada con la mentalidad actual del líder norcoreano”, el “regalo de Navidad” de Pyongyang probablemente será una nueva “política de línea dura hacia Estados Unidos” y eso implica quitar la desnuclearización de la mesa.
Las conversaciones se estancaron
Las conversaciones nucleares llevan estancadas desde febrero, cuando una reunión en Hanoi entre Kim y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acabó sin acuerdo. Las dos partes sostuvieron conversaciones en octubre, pero Corea del Norte se retiró y, desde entonces, las ha boicoteado.
Trump ha afirmado que su relación personal con Kim sigue siendo sólida, pero recientemente ha ofrecido una visión menos optimista de las conversaciones nucleares.
“Todos tienen sorpresas para mí. Pero vamos a ver qué pasa. Lo manejo a medida que avanzan”, manifestó Trump el martes desde Florida, donde está pasando las vacaciones.
“Quizás (el Regalo de Navidad) es un hermoso jarrón en vez de una prueba de misiles”, añadió Trump.
Una prueba de misiles de largo alcance correría el riesgo de sonrojar a Trump, que una vez declaró que “ya no hay una amenaza nuclear de Corea del Norte”.
Este año, el país norcoreano realizó 13 rondas de misiles balísticos de corto alcance y pruebas de artillería con cohetes. Trump ha minimizado esas pruebas diciendo que no tienen importancia.
Pero Trump ha insinuado que vería las provocaciones más grandes de Corea del Norte como un intento de interferir en su campaña de reelección.