Los llamados soñadores o “dreamers” son “el símbolo” de la relación binacional entre México y EE.UU.
Así lo dijo el presidente Enrique Peña Nieto durante su visita a California donde también urgió por la aprobación de una reforma migratoria.
Durante su discurso frente al alcalde de la ciudad, Eric Garcetti, y al gobernador de California, Jerry Brown, el presidente mexicano criticó las acciones antiinmigrantes en algunos estados, las cuales tildó de “errores éticos”.
Peña Nieto también estuvo acompañado por gobernadores de 11 estados mexicanos, cuatro de sus ministros, así como activistas y académicos y reiteró su apoya a una reforma del sistema migratorio que para el mandatario se trata solo de “una cuestión de justicia para los inmigrantes que tanto aportan al desarrollo de la sociedad norteamericana”.
Al mismo tiempo el Peña Nietó reconoció el rol que desempeñan los llamados soñadores en esta lucha y anunció una iniciativa de intercambio de la que no dio mayores detalles.
También señaló que abogaría por más fondos en el Congreso con el propósito de asistir a estos jóvenes y dirigir más recursos para el Instituto de los Mexicanos en el Exterior.
Tanto el alcalde Garcetti y el gobernador Brown aplaudieron las palabras de Peña Nieto, quien continúa este martes con su visita y se volverán a reunir durante un almuerzo organizado por el gobernador.
Los republicanos, especialmente en la Cámara de Representantes, han criticado el programa de Acción Diferida que promueve la Casa Blanca y lo culpan de incentivar la migración de niños y de mujeres con hijos hacia Estados Unidos, donde piensan que se les permitirá quedarse.
En el pasado los republicanos se opusieron a favorecer a los "dreamers" y estancaron la posibilidad de hacer una reforma inmigratoria porque se oponen a dar amnistía a quienes perciben como violadores de las leyes migratorias de Estados Unidos.
