Ivonne Gonzáles confía en la promesa del presidente Barack Obama y espera poder resolver pronto su situación migratoria.
“Yo tengo fe en que él la va a cumplir y espero que nos de la solución que nos ha prometido”, dijo la inmigrante mexicana que vive hace 10 años en Estados Unidos.
Gonzáles asegura que un decreto ejecutivo de Obama la sacaría a ella y a su familia de las sombras.
“Tendríamos libertad de salir a buscar trabajo, poder andar con nuestros hijos tranquilos y sin temor a que algún día los tengamos que dejar solos”.
Gonzáles fue una de las casi 100 personas que llegaron este viernes a la Casa Blanca para exigir alivio migratorio para antes de fin de año.
La manifestación en Washington es la primera de una serie de movilizaciones a nivel nacional.
“Nosotros estamos aquí no pensando si lo va a hacer o no, si no qué tan grande va a ser la orden ejecutiva. Nosotros estamos solicitándole al presidente que sea una orden que cobije a todas las personas que fueron beneficiadas bajo la ley del Senado que paso hace año y medio”, dijo Gustavo Torres, director de CASA, una organización proinmigrante.
Sin embargo, los activistas ven con sospecha las declaraciones de lideres republicanos, quienes ahora controlan el Congreso y no están de acuerdo con que Obama ocupe sus facultades ejecutivas para reformar el sistema de inmigración.
"Cuando juegas con fósforos, corres el riesgo de quemarte. Y él se va a quemar a sí mismo si continúa por este camino", dijo ayer John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes.
No obstante, los activistas aseguran que las amenazas de los republicanos no los asustan.
“Eso no es algo nuevo para nosotros. Ellos nos han estado amenazando y acosando por ya mucho tiempo”, dijo Jaime Contreras, líder sindicalista que asistió a la manifestación.
