Con cuatro votos a favor y uno en contra, la ciudad de Escondido al sur de California rechazó una propuesta para establecer un refugio para niños migrantes.
La propuesta consistía en convertir una casa vacía, que anteriormente era un centro para ancianos, en un albergue para niños migrantes que cruzaron solos la frontera y que fueron detenidos por la patrulla fronteriza.
El alcalde de Escondido, Sam Abed dijo que “había una gran diferencia” entre un centro de enfermería especializada para ancianos con un centro de detención”.
La ciudad alegó que un albergue de niños migrantes no era compatible con el escenario de los alrededores de la casa abandonada por razones de patrones de tráfico, seguridad, capacidad de estacionamientos y la naturaleza misma del vecindario.
El albergue estaría administrado por Southwest Key Programs, un grupo sin fines de lucro que opera refugios para niños migrantes en todo el país y que cuentan con el respaldo de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
Por su parte entre las voces a favor surgió la de la concejal Olga Díaz, quien apoyó la iniciativa no solo por considera apropiado el lugar sino porque sabía que ayudaría a niños necesitados, sin importar que su postura afecte su candidatura por la alcaldía.