La nominación del presidente Donald Trump del juez federal Brett Kavenaugh para la Corte Suprema de Estados Unidos enfrentó la predecible reacción de repúblicanos y demócratas.
El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, emitió una declaración inmediatamente después del anuncio televisado del presidente Trump el lunes por la noche elogiando a Kavenaugh como un nominado “impresionante” que es “extremadamente bien calificado” para ocupar un cargo en el máximo tribunal del país.
McConnell agregó que el registro judicial del republicano de Kentucky, de 53 años, “demuestra una comprensión firme del papel de un juez en nuestra República: descartar puntos de vista personales y preferencias políticas a fin de interpretar nuestras leyes tal como están escritas".
El republicano por Iowa Chuck Grassley, presidente de la Comisión Judicial del Senado, que celebrará audiencias sobre la nominación de Kavanaugh antes de que sea sometido a votación ante el pleno del Senado, hizo eco de lo expresado por McConnell, calificándolo como "un excelente candidato digno de la consideración del Senado".
La nominación de Trump a Kavanaugh también fue aplaudida por el reverendo Franklin Graham, un prominente líder de conservadores religiosos que durante mucho tiempo ha buscado la derogación de Roe versus Wade, la decisión histórica de 1973 que estableció el derecho de la mujer al aborto. "Gracias a Dios por esta tan esperada oportunidad de cambiar la composición de la Corte Suprema de los EE.UU.", dijo Graham el lunes en Twitter.
La preocupación de que Kavanaugh se una a los otros cuatro miembros conservadores de la corte para anular Rove versus Wade hizo que el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, anunciara que trataría de derrotar su nominación "con todo lo que tengo".
El veterano senador por Nueva York emitió un comunicado en el que acusa a Trump de poner "los derechos reproductivos, las libertades y la protección del cuidado de la salud de millones de estadounidenses en la mira para su eliminación". Schumer también expresó sus temores de que Kavanaugh reciba con agrado los desafíos legales a la Ley de Cuidado de Salud Asequible, el logro nacional de la firma del expresidente Barack Obama.
La demócrata de California Kamala Harris, considerada por muchos como una candidata líder para la nominación presidencial del partido 2020, también anunció su oposición inmediata a la nominación de Kavanaugh, calificándola como "una amenaza directa y fundamental a los derechos y la atención médica de cientos de millones de estadounidenses".
Otros dos potenciales contendientes presidenciales demócratas, Elizabeth Warren de Massachusetts y Corey Booker de Nueva Jersey, al oponerse a la nominación, también han citado la opinión escrita de Kavanaugh de que un presidente no debería estar sujeto a un litigio civil ni a un proceso penal en el ejercicio de su cargo.
Analistas creen que si el fiscal especial Robert Mueller intenta obligar al presidente a testificar en su investigación de los posibles vínculos de la campaña Trump con Rusia, o incluso presentar cargos contra el presidente, el asunto llegará hasta el Tribunal Supremo, que podría volver a su mayoría conservadora de 5-4 si se confirma Kavanaugh.