Sentados en una misma mesa Mario Díaz Balart –republicano- y Barney Frank- demócrata- esperaban a ser llamados para recibir el Premio Capital al Servicio Público.
Aunque ambos son rivales en la política, Frank y Balart encontraron una lucha común: la promoción de leyes que benefician a los hispanos en EE.UU.
El premio fue otorgado por el Consejo Nacional de la Raza en una ceremonia que tuvo samba, música y la presencia de distintas personalidades políticas del país.
Ambos funcionarios aprovecharon su oportunidad para recordar la necesidad de una reforma migratoria, cada uno con su tradicional estilo al hablar. Por ejemplo, Frank es conocido en el Congreso estadounidense por sus comentarios graciosos, Balart lo es por su fuerte tono.
“Estados Unidos tiene una tradición exitosa, porque la gente holgazana no emigra”, dijo Frank confirmando los comentarios sobre su sentido del humor. “Quienes lo hacen, lo hacen aunque no hablen inglés, aunque tengan que sacrificar cosas, lo hacen para encontrar un mejor futuro para ellos y sus familias”, agregó en un tono más serio el congresista por el estado de Massachusetts.
Balart también hizo honor a su estilo. El representante por el estado de Florida dijo estar preocupado por la situación de los miles de desempleados en el país, y dijo no entender porqué el Congreso no aprueba el tratado de libre comercio con Panamá y Colombia.
“No les cuesta un solo centavo, y nadie se beneficia más con los tratados comerciales que los latinos (…) Ya es hora de aprobar el tratado con Colombia y Panamá”, exigió el republicano.
Sobre la reforma migratoria Balart dijo que ambos partidos políticos se encasillan en conversaciones estériles sin que al final se logren acuerdos. “Hablamos mucho pero no hemos aprobado una reforma migratoria comprensiva”, admitió.
En el evento realizado en el Museo Nacional de la Construcción, en Washington, también se reconoció la importante labor del grupo musical ganador del Grammy, Ozomatli.
Tres miembros de la banda se acercaron para recibir el homenaje aunque dijeron no estar “acostumbrados a recibir un premio en una ceremonia tan seria y con tantas personalidades políticas”.
