El secuestro del jugador de beisbol de los Nacionales de Washington en Venezuela sigue siendo un misterio. Nadie habla del tema.
El secuestro de Wilson Ramos, receptor de los Nacionales de Washington, sigue siendo un misterio. Ya apareció el vehículo, pero nada se sabe del pelotero que juega para los Tigres de Aragua en la Liga de Venezuela.
Ramos, de sólo 24 años de edad, fue tomado a la fuerza e introducido en un vehículo. Después de eso es poco lo que se dice.
Las autoridades en Venezuela dijeron que encontraron el vehículo utilizado por hombres armados para secuestrar al pelotero. Y el vice ministro de Política Interior, Edwin Rojas, dijo que “el gobierno de de Chávez está trabajando las 24 horas para que se resuelva este caso”.
Hay retratos hablados, huellas, fotos, pesquisas, pero no se sabe nada. No hay pedido de recompensa y nadie ha salido a reclamar la autoría del delito. Desde el miércoles 9 de noviembre nada se sabe de Ramos.
La información que se maneja es que Ramos fue abordado por un grupo de individuos armados quienes arribaron en una camioneta tipo Blazer, lo golpearon, lo introdujeron en el vehículo y se lo llevaron.
La gente en las calles dice que “el secuestro” de Ramos es “indignante”.
“No entiendo quién quiere secuestrar a un pana que es de aquí. Estas cosas no pasan en Valencia”, dijo Samuel Coral, residente de la zona de Lomas del Este.
La noticia del secuestro ha dado la vuelta al mundo. Las grandes cadenas de televisión de Estados Unidos y los diarios como el USA Today y el Washington Post, y la revista Time lo tienen en sus primeras planas.
Los programas radiales, desde Miami hasta Nueva York hablan del plagio del pelotero, quien aprovechó la temporada para visitar a su familia en Venezuela y jugar unos partidos.
Las páginas sociales como Twitter reciben comentarios desde comentaristas como Kelli Johnson, quien dijo que sus oraciones eran para Ramos y que no entendía que estaba pasando en este mundo, en referencia al secuestro de Ramos.
En el mismo Venezuela, el candidato Leopoldo López dijo que “el secuestro de W Ramos es síntoma de la más grave enfermedad que padece nuestra Venezuela: la desidia del gobierno ante la inseguridad”.
Las esferas sociales, los medios y las autoridades continúan la búsqueda del pelotero que hasta ayer era un rookie o novato del equipo de beisbol de Washington.
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