En Venezuela, como en otros países de Latinoamérica, la preparación de la parrilla es una tarea que comúnmente se asocia a los hombres.
Sin embargo, la disciplina y audacia de una mujer ha logrado derrumbar estos estereotipos en el país sudamericano, al punto de que actualmente la venezolana Raimé Camacho es conocida en el mundo de la parrilla como “la generala de las brasas”.
Recientemente Camacho y un equipo formado por otros maestros parrilleros ganaron el Primer Torneo de Parrilla Ancestral que se celebró en Medellín, Colombia. Una experiencia que ella califica como gratificante y que afirma “fue como tener un tercer hijo”.
“La emoción que tuve en ese campeonato fue igual a cuando tuve a mis hijos. Ese tipo de emoción que te embarga, que te llena el pecho de emoción y los ojos de alegría. Ese triunfo para mí fue la emoción de un tercer hijo”, relató en una entrevista con la Voz de América.
La distinción que recibió en Medellín no fue la única del año, pues hace unos meses también obtuvo el séptimo lugar en el Primer Panamericano de Parrilla.
Para Raimé Camacho este tipo de distinciones son un impulso para seguir con lo que denomina el arte de la parrilla. Comenta además los pasos esenciales para lograr que el platillo sea perfecto.
“Una buena parrilla debe tener cuatro elementos: un buen carbón, una buena parrillera, hay que tener un equipo capacitado y conocerlo, una buena proteína, y por supuesto, un buen asador que respete los tiempos, que conozca de los términos, que viva y disfrute el calor de las brasas.
Una policía que se enamoró de las brasas
Camacho tiene 50 años de edad, ocho de ellos dedicados a su formación como maestra parrillera. Confiesa que su amor por la brasas no siempre fue tal. De hecho, no fue sino hasta después de tener a su segundo hijo que decidió dejar su antiguo trabajo como policía y comenzar a estudiar en él área gastronómica.
La venezolana cuenta que tuvo grandes maestros en su proceso de formación. Durante ocho años trabajó como asistente de uno de los mejores parrilleros del país y fue ahí cuando decidió que quería especializarse en el área de la parrilla.
“A la par de mi trabajo como asistente yo estudiaba cocina, me gustaba la panadería pero trabajando con el chef empecé a tener más interés y adquirir más conocimientos sobre el arte de la parrilla. Yo fui agregando ingredientes, aderezos, guarniciones parrilleras, fui dándole ese lado femenino a la parrilla venezolana, por eso es que me voy por el lado de la parrilla, porque tuve una influencia muy fuerte”, afirma.
Sobre su apodo “la generala de las brasas”, dice que fue un nombre que le dio un compañero durante una conversación. No obstante, la define muy bien ya que reconoce que es una mujer de carácter.
Más allá de la profesional
Más allá de su carrera profesional y sus reconocimientos, Camacho también se define como una mujer amable, empática y colaboradora.
“Soy madre, soy esposa, soy hija, hermana, amiga, ayudo y colaboro al que me necesite porque quiero que mis hijos conozcan personas en su camino así como yo, que los puedan ayudar y colaborar”, dice.
La venezolana reconoce que aún tiene muchos sueños por cumplir en el área de la parrilla, pero confiesa que su meta mayor es terminar sus últimos años en Chichiriviche, estado venezolano de Falcón, y abrir un restaurante.
“He ido sentando tierra, allá, invirtiendo, porque quiero tener mi propio restaurante allá, no sé si para que los clientes los disfruten o para que lo disfrute yo pero eso es lo que anhelo”, asegura.
Por ahora Raimé Camacho ya piensa en la próxima competencia en la que piensa representar a su país y cuya sede será en Uruguay en 2024.
“Quiero llegar hasta donde Dios lo permita. Siempre le digo a él que me oriente. Quiero seguir compitiendo, llevar el nombre de Venezuela en alto y sobre todo el de la mujer venezolana”, concluye.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestros canales de YouTube, WhatsApp y al newsletter. Activa las notificaciones y síguenos en Facebook, X e Instagram.