Un fuerte temblor sacudió a Ecuador este miércoles, cuatro días después del terremoto de 7,8 grados que ha provocado hasta ahora 525 muertos y unos 1.700 desaparecidos.
El nuevo sismo, parte de una serie de réplicas que han seguido al sismo del sábado, tuvo una magnitud de 6,1 según el Instituto de Estudios Geológicos de Estados Unidos,pero no se registraron nuevos daños
Mientras tanto, Portoviejo, una ciudad a 400 km de Quito, sigue llenando su cementerio.
Un integrante del grupo de supervivencia que ha rescatado varios cadáveres dice: “Esto es el testimonio de una guerra silenciosa, este es un pueblo desolado. Parecería un pueblo bombardeado por la ira divina”.
La ayuda llega continuamente, pero la distribución se hace lenta ya que los equipos del ejercito, la Cruz Roja y ministerios deben organizar la entrega de raciones y no es fácil.
Ecuador había hecho simulacros en caso de tsunamis, pero esto rebasó la preparación. El viceministro del Interior Diego Fuentes habló sobre la suspensión de espectáculos, pues varios espectáculos internacionales estaban planeados.
“En Esmeraldas y Manabí estamos evaluando en que sectores específicos debemos mantener esa prohibición debido a que ustedes entenderán que las condiciones en las que la policía está trabajando actualmente, no permite que se pueda dispensar los recursos para el mantenimiento del orden público en espectáculos, y sobre todo la realidad de sus sectores no brindan la seguridad mínima para que se hagan”, indicó el viceministro Fuentes.
El embajador de los Estados Unidos, Todd Chapman, ratificó que su gobierno va a enviar ayuda desde su país y que el presidente Obama había hablado vía telefónica con Rafael Correa para manifestarle su apoyo.
“Nosotros tenemos un pedido bien hecho, bien claro de este pedido de asistencia y estamos tratando en los canales diplomáticos, tradicionales para este tipo de asistencia”, indicó el embajador Chapman.