Amanece en El Paso, Texas y las hermanas Gabriela y Sophia, de 15 y 17 años, ya están camino a la escuela preparatoria donde cursan estudios.
Sophia, que en julio cumplirá 18 años, dijo en conversación con la Voz de América que ya se prepara para votar por primera vez en las elecciones de Estados Unidos en noviembre próximo.
Se espera que el voto hispano, -y dentro de este el de jóvenes como Sophia-, sea clave en estas elecciones donde el actual presidente Donald Trump se enfrentará al candidato demócrata que resulte ganador en la contienda para llegar a la Casa Blanca.
Por primera vez en la historia, los hispanos serán la mayor minoría étnica y racial con 32 millones de votantes, por encima incluso de los afroamericanos que están representados con 30 millones de votantes, según una investigación de Pew Research.
“Yo quiero votar, yo quiero votar, porque tantas cosas están pasando fuera de mi control (…) yo quiero hacer algo, yo quiero tener un proceso, yo quiero tener el voto para cambiar esto, porque algunas personas piensan como es un voto, no vale. ¡Si vale! Es una representación, es una idea”, explicó la adolescente.
Contó con entusiasmo que El Paso High , la escuela donde estudia, es la más antigua preparatoria de la ciudad con más de 100 años de existencia: “Es una escuela muy hispana, por eso me gusta tanto, porque es muy muy unida”.
Temas como la inmigración están entre las cosas que preocupa a esta adolescente.
Su padre, César Fuentes, de 52 años y quien viaja diariamente a Ciudad Juárez donde trabaja como investigador del Colegio de la Frontera Norte, un centro que se dedica a estudiar lo que ocurre en los territorios limítrofes entre México y EE.UU., dijo que desde pequeñas sus hijas participan de un programa bilingüe que se conoce como Uniendo Mundos.
“Se les enseña español e inglés desde kinder (jardín infantil) hasta la preparatoria”, dijo Fuentes, en la alusión a esta escuela de El Paso, en la que de unos 1.500 estudiantes, el 93 % son hispanos, una cifra superior al promedio en Texas correspondiente a esta minoría, que es del 72 %.
Nadia Reese, profesora de Química de El Paso High, explicó que la escuela juega su rol en la preparación cívica de los estudiantes.
“Aquí en El Paso High tenemos varios profesores que usan lo que está pasando en la actualidad, en las noticias y en las leyes para enseñarles a los niños para que entiendan y para que sepan, cómo votar en el futuro y hablarle a los padres, y puedan decirle (a los padres) ‘mira mamá, papá esto es lo que está pasando, esto es lo que aprendí'”, dijo Reese a la VOA.
Tal vez es en parte también por eso que Sophia tiene claro la oportunidad que se avecina ahora que está a punto de ejercer por primera vez su derecho al voto. Ella será uno de entre más de dos millones de hispanos que votarán en Texas este 2020, según cifras de NALEO.
“Mi familia es de inmigrantes, yo soy la primera persona como de mis 500 primos que vive aquí, que nace aquí”, dice.
Para ella, como para muchos de los que viven en El Paso, la cercanía a las dos realidades de un lado y otro de la frontera impactará probablemente su voto.
“Vivir tan cerca a la frontera, en ese sentido nos permite esa posibilidad. Porque ellas (sus hijas) vienen cuando cruzamos, porque ellas tienen la capacidad de ver y decir bueno, 'este es mi contexto, en el que yo me desenvuelvo y cruzo de manera muy cotidiana al otro lugar y veo la otra realidad. Y aunque me lo puedan contar a través de un discurso, pues yo lo confronto diariamente en mi vida cotidiana'”, dijo Fuentes
Y Sophia no tiene dudas. Más allá de las campañas políticas, ella siente que su inclinación hacia el candidato al que dará su voto en noviembre está relacionada con sus seres queridos, apostados a ambos lados de la frontera.
“Es algo muy grande para mí, porque esa es mi familia, esas son personas buenas que yo amo, entonces las quiero ir a visitar todos los días o cuando quiera, o sea no quiero una pared”, dijo, en aparente referencia al muro fronterizo, un tema clave para el presidente Trump desde antes de llegar a la Casa Blanca en 2016.