La inminente visita a Panamá del nuevo secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha generado expectativas sobre lo que podría significar para las relaciones entre ambos países, que atraviesan por un momento complejo tras las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump sobre su intención de recuperar el control del Canal de Panamá.
Este primer viaje de Rubio, quien es el primer hispano en liderar la diplomacia estadounidense, inaugurará su agenda internacional en el cargo y se producirá sólo semanas después de su toma de posesión. Panamá será la primera parada de una gira que también incluirá escalas en Guatemala, El Salvador, República Dominicana y Costa Rica.
Para el historiador Omar Jaén Suárez, quien participó en las negociaciones de los Tratados Torrijos-Carter que devolvieron el control del Canal al país centroamericano, la visita de Rubio sería beneficiosa para constatar que no existe injerencia extranjera en la vía interoceánica, como ha afirmado Trump ante el rechazo de su homólogo José Raúl Mulino.
“Creo que sería muy útil una visita del secretario Rubio. Así podría advertir personalmente la situación. Es decir, China no controla el Canal, y en la Autoridad del Canal de Panamá no hay un solo empleado chino, entre otras cosas”, comentó Jaén Suárez, quien forma parte del Consejo Nacional de Relaciones Exteriores, un ente asesor del gobierno panameño.
La diplomacia como medio para el diálogo
La visita de Rubio a América Latina se produce en un momento en que el presidente Trump ha puesto la inmigración en el centro de su agenda de política exterior e insistido en su agenda de "EEUU primero", que Rubio aseguró avanzaría durante su viaje por Centroamérica y el Caribe.
Esta sería la segunda visita de un secretario de Estado a Panamá en menos de tres años, luego que en abril de 2022, el exjefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, participara en una conferencia sobre migración en la capital panameña.
Para Jaén Suárez, la “diplomacia es diálogo”, y la presencia de Rubio podría propiciarlo. El experto insistió en que se debe aprovechar la oportunidad para mostrar a la nueva administración estadounidense la realidad y la postura de Panamá.
“El mensaje [de la visita de Rubio] es que el gobierno de Estados Unidos le otorga prioridad a Panamá. Deberíamos aprovecharlo para mostrarle la realidad muy diferente a lo que ha dicho Trump sobre el Canal y la influencia china en el istmo”, reiteró el historiador.
Julio Yao, analista internacional y exasesor del líder militar Omar Torrijos, quien negoció el Tratado Torrijos-Carter que devolvió el control del Canal a Panamá, señaló que la visita de Rubio tiene carácter diplomático, por lo que considera que debe conducirse de manera respetuosa, sin imponer condiciones.
“Creo que Marco Rubio va a fracasar en su primera misión a Panamá, ya que no podrá cumplir las instrucciones de Trump de dar órdenes a los funcionarios de Panamá. Eso no se va a aceptar”, advirtió.
El Canal en el centro del desacuerdo
Otros analistas como Carlos Lee, consideran que este escenario anticipa una relación difícil entre Panamá y la administración Trump.
“El Canal es y seguirá siendo de Panamá”, aseguró Lee, quien recomendó que el gobierno panameño refuerce su posición ante cualquier intento de intervención, y nombre una comisión especial que haga valer los derechos de Panamá sobre la vía interoceánica y su territorio.
Sugirió además el establecimiento de un tratado multilateral de neutralidad que reemplace el acuerdo firmado con Estados Unidos en 1977, garantizando la soberanía panameña sobre el Canal.
“Panamá es dueño del Canal, no un simple administrador, y como dueño ejerce soberanamente la decisión de quién puede administrarlo”, puntualizó Lee.
Por su parte, el analista José Stoute dijo que la visita de Rubio trae una misión específica por el tipo de reuniones y los funcionarios con los que se reuniría.
“El secretario de Estado viene a Panamá para transmitirle al gobierno panameño lo que en verdad pretende el señor Trump. No es casual que sus entrevistas sean con el presidente José Raúl Mulino y el administrador del Canal. Esperemos, pues, el informe presidencial sobre el contenido de la entrevista. No soy optimista”, comentó Stoute.
Para la exmagistrada de la Corte Suprema de Justicia, Graciela Dixon, Panamá y el presidente José Raúl Mulino, no deben permitir que el tema del Canal sea impuesto como centro en la agenda de la discusión.
Dixon expresó que Marco Rubio debe ser recibido en Panamá, pero para tratar temas como la migración, la seguridad y el narcotráfico, pero no para hablar sobre el Canal.
Temas de interés común
En el reciente Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza, el presidente José Raúl Mulino destacó que las relaciones entre ambas naciones deben enrumbarse en función de alcanzar objetivos basados en intereses comunes.
Entre los intereses comunes mencionados por el mandatario panameño, está el control de los flujos migratorios hacia Estados Unidos, que pasan por Panamá.
“Esa migración la tenemos bastante controlada y reducida”, dijo Mulino, cuyo gobierno firmó en julio pasado un memorándum de entendimiento con el gobierno del ahora expresidente Joe Biden, que le ha permitido a Washington repatriar a Panamá a más de 1.500 migrantes, en su mayoría con antecedentes penales, a través de vuelos financiados por el gobierno estadounidense.
La administración de Mulino además estableció medidas más estrictas para frenar el cruce de migrantes a través del Tapón del Darién en la frontera entre Panamá y Colombia.
En 2024, Panamá cerró con un 42 % menos de migrantes respecto a 2023, cuando sobrepasó un récord superior al medio millón de personas, según cifras oficiales, quienes en la mayoría de casos llegaron al país en ruta hacia EEUU.
En cuanto a la relación bilateral, Mulino aclaró que históricamente existe una presencia importante de transnacionales, bancos e intereses estadounidenses establecidos en Panamá.
Panameños cierran filas
Hasta el momento, el gobierno de Panamá no ha emitido un comunicado oficial sobre la visita, sin embargo, los gremios y la población tienen sus opiniones sobre la llegada de Rubio al país.
El Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), una de las principales organizaciones gremiales del país, fue el primero en pronunciarse en contra.
“Aquí se va a respetar la soberanía del pueblo panameño sobre su territorio, sobre su Canal, sobre su autodeterminación y bajo ningún criterio aceptamos chantajes de ningún tipo”, dijo Saúl Méndez, secretario general del Suntracs.
En las calles, la expectativa también se ha hecho sentir, los panameños han cerrado filas en defensa del Canal.
“Si el señor Rubio viene a Panamá a tocar temas como la migración, la inversión y el intercambio comercial con los Estados Unidos, no afectará las relaciones entre ambos países, pero si viene con alguna intención de negociar el Canal, mejor que no venga porque ese tema no se toca”, comentó a la Voz de América, Emir Iturriaga, residente de la provincia de Panamá.
Alina Álvarez, una administradora de edificios residenciales en ciudad de Panamá, opinó que Estados Unidos debe ser más cuidadoso en sus comentarios, “ya que no somos un estado de ellos sino un país con soberanía, y eso se respeta”.
“Sobre la visita de Marco Rubio, espero que lo ayude a ver la realidad de Panamá y se eduque sobre el Canal. No estamos a la venta. El Canal de Panamá es de los panameños”, señaló por su parte la estudiante universitaria, Selena Guerra.
“Estados Unidos debe ser más inteligente, no prepotente. Lo más lógico es llegar a un buen acuerdo como negociante y no como dictador”, expresó Joaquín Ortega, residente en Panamá Este.
Estados Unidos tuvo un rol importante en la construcción del canal y administró el territorio que rodea el paso marítimo durante décadas. Washington y Panamá firmaron acuerdos en 1977 que allanaron el camino para el retorno del canal al control total de Panamá. EEUU lo entregó en 1999 después de un período de administración conjunta.
Incluso antes de su investidura, Trump ha acusado a Panamá de incumplir el acuerdo de traspaso e insistió que la vía interoceánica es operada por China, afirmaciones que el gobierno panameño ha negado en repetidas ocasiones.
“No se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá, y lo vamos a recuperar”, dijo Trump en su discurso de toma de posesión, el 20 de enero.
Mulino ha respondido que el Canal de Panamá “es y seguirá siendo panameño”. Panamá también ha alertado a las Naciones Unidas sobre los comentarios de Trump.
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