La decisión del Departamento de Estado de EE.UU. de eliminar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de su lista de organizaciones terroristas extranjeras, y designar a las disidencias de las FARC-EP y la Segunda Marquetalia como terroristas, es un mensaje “claro” para quienes deciden continuar cometiendo crímenes, opinan expertos.
Para el internacionalista Juan Francisco Contreras, el mensaje “es que no pueden mantenerse en pleno siglo XXI organizaciones que utilizan el narcotráfico y las armas para tratar de imponer un estilo de vida”. A su juicio, el anuncio no debe recibir “mayor objeción” debido a que las FARC (ahora Comunes), como organización política, “está haciendo vida en Colombia, es parte del poder legislativo y se ha tratado de reincorporar a la vida civil”.
“Pienso que eso entra en el marco de la conmemoración del quinto aniversario del tratado de paz”, comenta a VOA.
Sin embargo, insiste en la necesidad de distinguirlas de las FARC-EP y la Segunda Marquetalia que, según distintas organizaciones, continúan “cometiendo actos ilícitos, violando derechos humanos” y ejecutando actividades para amedrentar a la población en territorio venezolano.
Rocío San Miguel, presidente de Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, afirma que el anuncio forma parte de una política “lógica y esperada”, dado al apoyo que EE.UU. ha brindado a la firma de los acuerdos de paz y considera que era previsible que las disidencias de las FARC que no se desmovilizaron queden dentro de las listas de grupos terroristas.
“El impacto que esto tiene es clave para países como Venezuela donde está asentada y consolidada el pie de fuerza de esta Segunda Marquetalia, esos grupos disidentes de las FARC, que han hecho vida a todo lo largo y ancho de la frontera venezolana con territorio colombiano, participando en tráficos ilegales y participando inclusive en combates contra el ejercito venezolano”, dice consultada por VOA.
“Esto tendrá un impacto geopolítico importante para esta Segunda Marquetalia tipificada como grupo terrorista en EE. UU., cuya acción y vida, en buena parte, se realiza en territorio venezolano”, agrega.
La legisladora del Parlamento de 2015, Karim Vera, ve con “preocupación la celebración de personajes como Timochenko, por el retiro del calificativo de terroristas a un ejército irreverente que sólo ha traído muerte para el pueblo colombiano y consecuencias fatales para la seguridad del pueblo venezolano”.
El Departamento de Estado aclaró en un comunicado divulgado el martes que la decisión de revocar la designación “no cambia la postura con respecto a cualquier cargo o posible cargo en Estados Unidos contra exlíderes de las FARC, incluido el narcotráfico, ni quita la mancha de la decisión de la Jurisdicción Especial de Paz en Colombia”.
Además, especifica que la designación de las FARC-EP y Segunda Marquetalia está dirigida a quienes se negaron a desmovilizarse y quienes participan en actividades terroristas.
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¿Qué significaría para Cuba?
En entrevista con la VOA, Adam Isacson, Director de Supervisión de Defensa de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), no hay un cambio significativo en el anuncio.
“Cuba está acusada de estar apoyando al ELN (Ejército de Liberación Nacional), que sigue en la lista, pero acusada de apoyar a la Nueva Marquetalia, aunque obvio tienen relación cercana con Venezuela que sí parece está apoyando a la Nueva Marquetalia”, refirió.
En cambio, apuntó Isacson, “[el gobierno de] Cuba estaría complacido, me imagino, porque Cuba jugó un papel importante como país garante en las negociaciones que llevaron a la desmovilización de gran parte de las FARC y ellos pueden decir: ‘Ese paso fue posible debido al hecho de que con Noruega apoyamos tanto ese proceso’”.
Finalmente, Adam considera que para el gobierno cubano “eso no cambia para nada su estatus en este momento, no veo al Gobierno de Biden cambiando lo que hizo Trump en enero”.
En varias ocasiones, tanto el presidente de Colombia, Iván Duque, como Juan Guaidó, considerado presidente interino de Venezuela por decenas de países, han señalado al presidente Nicolás Maduro de “proteger y apoyar” grupos irregulares.
El Gobierno de Venezuela, por su parte, ha acusado a la administración de Duque de organizar planes para atacar a Venezuela.
Durante los primeros meses del 2021, la Fuerza Armada Nacional de Venezuela (FAN) y grupos irregulares colombianos en el estado Apure, protagonizaron enfrentamientos que dejaron “centenares de familias” desplazadas forzosamente a territorio colombiano.
Miembros del Parlamento de 2015 y organizaciones defensoras de derechos humanos señalaron al Gobierno de Venezuela de haber “cedido de manera sistemática” el dominio de territorios a grupos guerrilleros.
En ese entonces, el Ministerio de la Defensa de Venezuela aseguró mantener una política de “cero tolerancias” contra grupos delincuenciales y ratificó su compromiso de combatir “delitos trasnacionales” que pretendan ser cometidos en territorio venezolano.
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