A días del comienzo de las protestas populares contra el presidente Daniel Ortega en abril de 2018, fue convocada una reunión de emergencia en la capital de Nicaragua donde se ordenó una directriz: “Vamos con todo”.
Se refería a la forma en que el gobierno respondería a los manifestantes.
La orden que intentaba apaciguar una Managua llena de plantones en las universidades y en las calles no habría salido de la alcaldesa Reyna Rueda, sino del secretario general de la Alcaldía capitalina, Fidel Moreno, dice a la Voz de América la exfuncionaria del Banco Central Ligia Gómez, quien se encontraba en ese lugar.
Según Gómez, Moreno es una especie de “súper funcionario” a nivel interno de la alcaldía. Aparece en la televisión estatal dando declaraciones sobre hechos de la capital, visita a las familias de Managua cuando llueve y hay inundaciones, o cuando ocurren otros fenómenos naturales.
“Los alcaldes solo aparecían en eventos cosméticos y protocolarios”, dice Gómez. “Las órdenes que recibimos nosotros venían siempre de Fidel Moreno porque Fidel Moreno era quien hacía el papel de secretario político de la estructura principal del partido”, añade.
Hasta hoy, la exfuncionaria del gobierno sandinista es una convencida del poco poder representativo que tienen los alcaldes y vicealcaldes en la nación centroamericana.
“[El domingo] se repetirá el patrón de las elecciones del año pasado”, afirma, en alusión a las elecciones de noviembre, cuando fue reelegido Ortega después de encarcelar a sus principales oponentes políticos. Varios países lo tildaron de una elección "fraudulenta".
Elecciones para 153 alcaldías
En las elecciones municipales serán elegidos al menos 153 alcaldes de todos los municipios del país, pero también los concejales que gobernarán por cuatro años
La Ley de Municipios de Nicaragua indica que estas autoridades tienen competencias para dirigir y presidir el gobierno local y lo representarán legalmente en cualquier instancia.
Y agrega que tienen autonomía para “regular y administrar bajo su propia responsabilidad” en provecho de sus pobladores, así mismo tendrán independencia para realizar “la gestión y disposición de sus propios recursos con plena autonomía”.
Pero en la práctica el poder de los alcaldes es limitado, aseguran algunos expertos en temas electorales, quienes indican que gran parte de éstos son figuras “decorativas” y que quienes en realidad tienen más peso son los secretarios políticos de cada municipio por medio de los llamados Consejos del Poder Ciudadanos (CPC).
Un estudio realizado por Urnas Abiertas, una organización local de Nicaragua, reflejó que el papel de Moreno en la alcaldía de Managua, por ejemplo, ha sido superior a la de los tres alcaldes que han gobernado la comuna en este período.
De igual forma Urnas Abiertas destaca que el poder real es ejercido principalmente por los secretarios políticos del Frente Sandinista, quienes están al margen de la Ley.
“Los secretarios políticos además de concentrar poder y ejercerlo de manera autoritaria, se benefician y promueven la corrupción local a través de nepotismo y tráfico de influencias principalmente”, destacó un informe de Urnas Abiertas.
¿Cómo surgieron y cuál es el rol de los CPC?
Los llamados Consejos del Poder Ciudadano (CPC) fueron conformados por la entonces vocera y primera dama de Nicaragua Rosario Murillo en el año 2007, tras el retorno al poder del presidente Ortega.
De acuerdo con la socióloga Elvira Cuadras, estos fueron organizados bajo el modelo político promovido por el gobierno de "democracia directa".
“Su propósito en ese entonces era el de funcionar como organizaciones de base ejecutoras de acciones gubernamentales en diferentes temas como salud, educación, seguridad, entre otras; además darle legitimidad a Ortega”, explica Cuadras.
Cuadras rememora que, sin embargo, los CPC rápidamente se convirtieron en aparatos de control social de la administración Ortega, convirtiéndose en vigilantes de personas consideradas de "interés" u opositoras.
En 2013 los CPC fueron incluidos en el Código de la Familia con el nombre de “Gabinetes de la Familia y Vida”.
La ahora vicepresidenta Murillo dijo en aquel momento que los CPC cumplirían roles en amplios sectores sociales como la salud, la educación, la protección ambiental y otros.
“Cada gabinete elabora en base a su realidad, su propio calendario de reuniones semanales, talleres, capacitaciones, reflexiones, y todo lo que represente el fomento de valores cristianos, socialistas y solidarios, para prosperar desde el bien común”, dijo entonces Murillo en relación a esta estructura de poder.
Pero de acuerdo con la socióloga Cuadras, flos CPC uncionan "como aparatos de vigilancia y control” de la ciudadanía. “En cada época han tenido características diferentes y en la actualidad, como mencioné antes, tienen un papel importante en el sistema de vigilancia y control”.
Concetración de poder
El exdiputado liberal Eliseo Núñez cataloga de "dictatorial" a la administración Ortega, y asegura que “nadie tiene el poder absoluto más que el mando central”.
Núñez afirma que los alcaldes entran dentro de esta lógica y los CPC también. Es decir, no hay un alcalde que no tenga quien lo controle, sea CPC, sea un secretario de organización o político; ni hay uno de estos CPC, secretarios políticos o de organización que no tengan otro tipo de control.
“En este caso, Rosario Murillo y Daniel Ortega son quienes mandan. Básicamente, el juego lo que permite es que nadie pueda tomar decisiones por sí mismo y que deban ser consultadas, y al final del día, la estructura de consultas está en dependencia. El caso de Managua aparenta ser el supervisor que tiene más poder de todos los que vemos. Sin embargo, tampoco tiene poder absoluto”, agrega.
“No es sólo que los alcaldes no tengan poder, sino que el poder se distribuye de tal forma que pueda controlar lo que es principalmente el poder central, que son Rosario y Daniel Ortega”, opina Núñez.
En este contexto, los expertos consultados señalan que lo único que podría esperarse de los comicios municipales es la distribución de las alcaldías.
En las elecciones municipales pasadas el oficialista Frente Sandinista obtuvo 141 de las 153 alcaldías.
“Prácticamente la decisión no está en las manos de la población, sino que está en manos de estos grupos de poder que han negociado cuotas”, concluye Ligia Gómez, la exfuncionaria sandinista.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram