En un mensaje de video el 24 de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció un ataque militar en Ucrania después de meses de desmentidos de los funcionarios del Kremlin de que tal invasión estaba planeada.
“En este sentido, de acuerdo con el Artículo 71 del Capítulo 7 de la Carta de la ONU… he decidido proceder con una operación militar especial. Su propósito es proteger a personas que han sido sometidas a escarnio y genocidio por el régimen de Kiev por ocho años. Y para ese fin, buscamos desmilitarizar y desnazificar a Ucrania”.
El Artículo 51 del Capítulo 7 de la Carta de la ONU establece el derecho de autodefensa cuando un estado miembro de la ONU está bajo un ataque armado.
Lo que sucede aquí es que nadie ha atacado a Rusia y la invocación de Putin de la carta es una clara desinformación para respaldar un pretexto por el que ha sido ampliamente condenado como una violación de las leyes internacionales.
El Artículo 51 del Capítulo 7 dice:
“Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales”.
Las noticias de la agresión de Putin en Ucrania se conocieron cuando el representante de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzya, presidía una sesión de emergencia en el Consejo de Seguridad en Nueva York.
El embajador de Ucrania ante la ONU, Sergi Kyslytsya, habló directamente a Nebenzya para demandarle que “llamara a Putin” para que detuviera la guerra contra su país. “No hay un purgatorio para los criminales de guerra”, respondió el representante ruso. “Se van directo al infierno, embajador”.
En su anuncio, Putin planteó que la invasión no estaba dirigida a “causar daños o afectar los intereses de Ucrania y el pueblo ucraniano, sino a “proteger al pueblo”, y pidió a los ucranianos que “comprendieran y cooperaran”.
Para los militares ucranianos usó el término “camaradas” y les recomendó “no obedecer las órdenes de la junta nazi que usurpó el poder en Ucrania”.
Miles de civiles ucranianos están huyendo a los países vecinos de Europa, dejando atrás todas sus posesiones e incluso sus mascotas.
“Para aclarar, lo que está ocurriendo es un asalto militar integral y a gran escala en todo el territorio de Ucrania”, dijo el senador estadounidense Marco Rubio, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, en un mensaje de Twitter poco después del anuncio de Putin.
“Rusia no está solo enfocada en tomar el este de Ucrania. Las fuerzas militares rusas están tratando de aislar a Kiev en este momento” con la meta de “decapitar el gobierno ucraniano” y “establecer una superioridad” en el territorio ucraniano, dijo Rubio.
Las referencias de Putin a la “usurpación nazi” y la necesidad de una “desnazificación” de Ucrania están basadas en falsedades y forman parte de la campaña de desinformación del Kremlin que se remonta al derrocamiento en 2014 del presidente prorruso ucraniano Víctor Yanukóvich, algo que Rusia nunca aceptó.
Putin respondió enviando fuerzas a ocupar la península ucraniana de Crimea e incitando a una cruenta guerra separatista en las provincias de Donetsk y Luhansk, en el este de Ucrania. Para justificar esta invasión, Putin declaró unilateralmente la independencia de las provincias, alegando sus pedidos de protección ante Ucrania.
Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no está “usurpando el poder” del pueblo ucraniano. Fue elegido con un 73 % de los votos en 2019. Las denuncias de Rusia de violaciones electorales en Ucrania en ese momento fueron totalmente desmentidas, y los observadores internacionales reportaron que las elecciones fueron transparentes, competitivas y libres.
Las estratagemas de "desnazificación"
Zelenski es judío. Su bisabuelo y tres tíos abuelos fueron asesinados en el Holocausto nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Los judíos ucranianos están indignados por el uso de “desnazificación” de Putin para tratar de justificar el envío de tropas a Ucrania, reportó el periódico israelí Haaretz el día de la invasión. Residentes de Kiev dijeron al diario que “los judíos de Ucrania son una parte integral de la sociedad ucraniana y nunca han enfrentado el nazismo o el fascismo en el país. “Nos sentimos seguros en Ucrania”, dijeron.
La narrativa “nazi” ha sido una parte integral de la campaña de desinformación de Rusia para justificar la invasión. Putin, junto con los principales funcionarios del gobierno y la prensa estatal controlada, han estado promoviendo la falsa narrativa de que Ucrania está “ocupada por nazis” desde la toma de Crimea.
La propaganda rusa exageró y tergiversó el papel de los grupos neonazis en el gobierno y los militares ucranianos. De hecho, fue la invasión de Rusia en 2014 lo que dio alas a grupos ultranacionalistas, cuyos vigilantes prometieron defender a Urania contra Rusia, reportó Reuters en 2018.
En cuanto a la necesidad de “desnazificación” de Ucrania, el país ya estaba enfrascado en esa tarea. El predecesor de Zelenski, Petro Poroshenko, purgó la policía, el ministerio del interior y las fuerzas armadas de simpatizantes de la extrema derecha, destituyendo a muchas figuras de alto rango.
El actual gobierno de Kiev se ha separado firmemente de toda afiliación con neonazis y condenado la glorificación de los ucranianos que colaboraron con los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Entre los que hablaron firmemente en contra estuvo Zelenski. Después de un desfile en Kiev en mayo de 2021, el Times de Israel reportó que Zelenski emitió un comunicado que dijo: “Condenamos categóricamente toda manifestación de propaganda de regímenes totalitarios, en particular el Nacional Socialismo, y los intentos de revisar las verdades de la Segunda Guerra Mundial”.
La falsedad de genocidio
La referencia de Putin a un genocidio en Ucrania ha sido refutada por periodistas e investigadores. Entre otras cosas, Putin ha hablado de supuestas fosas comunes en las áreas separatistas y denunciado discriminación contra los ruso parlantes y la Iglesia ortodoxa rusa.
“El conflicto en el este de Ucrania ha costado más de 14.000 vidas desde que comenzó en 2014, pero las pérdidas han sido de ambas partes. La lengua rusa se sigue hablando en Urania y el Gobierno no la ha prohibido, como afirma Putin”, informó el periódico independiente Moscow Times en un artículo en que calificó las denuncias de “genocidio” de Putin como “acusaciones infundadas”.
Después de que Putin volvió a mencionar el genocidio este mes, el exembajador de Ucrania en Austria, Olexander Scherba, escribió que los ocupantes de las áreas separatistas “han mantenido una red de centros de detención secretos y cámaras de torturas soterradas que han sido comparadas con los peores excesos del totalitarismo del siglo XX".
“Las denuncias de genocidio de Putin no son solo infundadas”, dijo Scherba en el Atlantic Council. “Representan una grotesca descripción de la realidad, que busca culpar a las víctimas de una guerra de agresión orquestada por Moscú que ha matado a miles de ucranianos y forzado a millones a abandonar sus hogares”.
Miles de personas han sido arrestadas por protestar contra la guerra en Ucrania en ciudades de Rusia.
Más de 150 funcionarios rusos de alto rango firmaron una carta abierta que condenó la agresión de Ucrania como una “atrocidad sin precedentes” y culpó a Putin de las “consecuencias catastróficas”, reportó el Daily Mail.
“No hay ni puede haber justificación” para las acciones de Putin, agregó la carta.
Artículo de Polygrahp.info
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