El presidente ruso Vladimir Putin desestimó el domingo las acusaciones de las autoridades británicas sobre la intervención de Rusia en el envenenamiento de un ex espía al considerarlas "tonterías", pero subrayó que Moscú está listo para cooperar con Londres en la investigación.
En sus primeros comentarios respecto al incidente, luego de su reelección por otro periodo de seis años como presidente de Rusia, Putin se refirió al envenenamiento del ex espía Sergei Skripal y su hija como una "tragedia", pero añadió que si las afirmaciones de Gran Bretaña de que fueron envenenados con la neurotoxina diseñada en la era soviética fueran ciertas, las víctimas habrían muerto instantáneamente.
También lea: EE.UU. y aliados condenan ataque neurotóxico contra exespía ruso.
"Cualquier persona razonable comprendería que eso es una verdadera tontería, completamente absurdo pensar que alguien en Rusia pudiera hacer algo así en vísperas de la elección presidencial y la Copa del Mundo", declaró el presidente ruso. "Resulta simplemente impensable".
Skripal, un ex funcionario de inteligencia ruso condenado en su país por espiar para Gran Bretaña, y su hija permanecen en estado crítico luego del envenenamiento del cuatro de marzo.
"Es bastante obvio que si se tratara de un agente nervioso de nivel militar, la gente habría muerto en el lugar", aseveró el mandatario. "Rusia no cuenta con tales medios. Hemos destruido todas nuestras armas químicas bajo supervisión internacional a diferenciade algunos de nuestros socios", agregó Putin.
Por su parte, la Unión Europea condenó el lunes el envenenamiento y consideró “absurdas” las afirmaciones de Moscú de que no tienen responsabilidad en el ataque.
Condenaron el acto , el cual consideraron “imprudente e ilegal” que puso en peligro la vida de muchos ciudadanos.
Sin culpar explícitamente a Rusia ni amenazar con ninguna repercusión, los ministros pidieron a Moscú que "aborde urgentemente" las interrogantes de Londres sobre su programa con el Novichok -la neurotoxina con la cual fue envenenado el ex espía- y expresaron una "solidaridad incondicional" con el gobierno de la primera ministra británica, Theresa May.
Putin ofreció sus comentarios pocas horas después que el secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Boris Johnson, dijera contar con evidencia de que Rusia ha estado almacenando neurotoxinas en violación a la ley internacional "muy probablemente con intenciones de asesinato".
Johnson dijo que el rastro de la culpa por el envenenamiento de Skripal y su hija Yulia en la ciudad británica de Salisbury "conduce inexorablemente al Kremlin".