El Senado de Estados Unidos aprobó un plan de ayuda fiscal para Puerto Rico, territorio estadounidense que tiene una pesada deuda y sufre una recesión económica.
El proyecto, conocido bajo el nombre de PROMESA, propone crear una junta externa que ayude a manejar las finanzas del gobierno.
También le daría a la isla las herramientas para reestructurar una deuda que se acerca a los 70 000 millones de dólares.
El plan había recibido, el 9 de junio pasado, el visto bueno de la Cámara de Representantes. La medida pasará ahora al despacho del presidente Barack Obama.
"Saludos a los demócratas y republicanos en el Senado por votar para abordar la crisis económica en Puerto Rico, brindando el apoyo que necesita para reestructurar su deuda, garantizar los servicios públicos y proveer protección a los pensionados”, dijo Obama en un comunicado.
“Este proyecto de ley no es perfecto, pero es un paso crucial hacia la recuperación económica y para restablecer la esperanza de millones de estadounidenses para los que Puerto Rico es su casa”, agregó el mandatario.
En la práctica, la junta fiscal propuesta por el Congreso podrá vender bienes del gobierno de la isla, despedir empleados y fusionar agencias públicas con el objetivo de encarrilar las finanzas de Puerto Rico, cuya economía atraviesa por una recesión desde hace casi una década.