Al caminar por una calle de Singapur es imposible no ver la versión local de una generación de jóvenes conectados globalmente. Gente escribiendo en sus celulares, enviando tweets o mensajes de texto.
Tod Gimbel, de la compañía de jeans Levi Strauss dice que la gente joven vive sus vidas a través de la web y que es allí a donde la empresa debe ir con su campaña de mercadeo.
“Queremos hacer algo que sea de verdad y sin censura”, añade Gimbel.
En agosto de este año 2010, Levi Strauss presentó Denizen, una nueva línea de ropa para el mercado asiático.
La particularidad de esta nueva colección es que los ejecutivos de la compañía decidieron no tomar el camino tradicional de utilizar modelos despampanantes para exhibir la ropa. Por lo contrario, escogieron a diez jóvenes blogueros en sus veintes, residentes de Hong Kong, Singapur, Corea e India, cuya especialidad no es la moda, sino navegar a través de las redes sociales en la web.
Todd Gimbel dice que los ejecutivos estaban buscando a las personas adecuadas para crear “el rumor”.
“Mucha gente joven tiende a seguir una marca si ellos escuchan de esta a través de sus amigos y no porque se les diga que debe gustarles”, dice Gimbel.
El riesgo contra los logros
Levi Straus para compensar a los blogueros, que publican una vez al día, les paga con ropa y ocasionalmente gastos de viaje.
La compañía además no ve la necesidad de otros medios de publicidad como la televisión o los avisos en revistas.
Comparado con el presupuesto de publicidad tradicional, Levi Straus está gastando relativamente poco en su campaña en las redes sociales. Sin embargo, los expertos dicen que esta inversión modesta puede producir grandes resultados.
“Estamos notando un cambio grande en la manera en que las personas reciben y consumen los mensajes de los medios”, dice David Michael, escritor principal de un estudio sobre el uso de la internet y las economías emergentes. “Menos televisión. Menos confianza en publicidad tradicional. Más confianza en las recomendaciones personales, las opiniones de blogueros, y los rumores virtuales en internet”.
Además, explica Gimbel, la tecnología móvil está a punto de explotar. “Estamos al inicio de una revolución en términos de la gente adaptándose a celulares inteligentes, teléfonos que son capaces de facilitar todo lo que la web ofrece”.