Miles de manifestantes de todo el país ignoraron los llamados a la reconciliación y la unidad tras la elección presidencial, y salieron a las calles el miércoles para desconocer la elección de Donald Trump como presidente.
Las manifestaciones fueron pacíficas en su mayoría, de acuerdo a las autoridades.
Horas antes, tanto el presidente Barack Obama como Hillary Clinton y hasta el mismo Trump, en discursos separados, instaron a aceptar el resultado de la elección “con mente abierta” y a trabajar en curar las heridas de una de las más rencorosas elecciones en la historia de Estados Unidos.
No obstante, en lugares como Chicago, Nueva York, Filadelfia, Texas, San Francisco, Los Ángeles y Washington, cientos y en algunos casos miles de personas marcharon entre cánticos de "¡No es mi presidente!", un movimiento que parece estar creciendo en las redes sociales.
Trump ganó la contienda electoral, en parte con el apoyo de los votantes blancos, los menos educados y la gente de las áreas rurales, y si bien ganó el mayor número de votos electorales, no ganó el voto popular.
Muchos de los que protestan ahora son los jóvenes universitarios en las grandes ciudades y las minorías urbanas que votaron por Clinton.
Las llamas iluminaron el cielo nocturno en varias ciudades de California cuando miles de manifestantes quemaron una enorme cabeza de Trump hecha con papier-mache en Los Ángeles y prendieron fuegos en cruces de Oakland.
Los manifestantes de Los Ángeles también golpearon una piñata con la imagen de Trump y pintaron lemas groseros contra Trump en el edificio del diario Los Angeles Times y varias furgonetas de prensa. Un manifestante ante el Ayuntamiento de Los Ángeles mostraba un cartel que simplemente decía "esto es muy malo".
Hacia el final de la noche, varios cientos de personas cortaron una de las carreteras más transitadas de la ciudad, la 101 que conecta el centro y Hollywood.
En Oakland, varios miles de personas se reunieron en la plaza Frank Ogawa, bloqueando intersecciones y accesos a la carretera.
Michael Burke, residente de Chicago, cree que el presidente electo "dividirá al país y fomentará el odio". Añadió que existe un deber constitucional para no permitir eso.
Una protesta similar reunió a cerca de 1.000 personas en Manhattan. A las afueras de la Torre Trump de la Quinta Avenida, la policía instaló barricadas para contener a los inconformes.
Cientos de manifestantes se reunieron cerca de la alcaldía de Filadelfia pese al clima helado y lluvioso. Los participantes - entre los que había simpatizantes de la aspirante demócrata Hillary Clinton y el senador independiente de Vermont, Bernie Sanders - expresaron su molestia hacia republicanos y demócratas por el resultado electoral.
En Boston, miles de manifestantes opuestos a Trump recorrieron el centro de la ciudad entre gritos de "Trump es un racista" y llevando pancartas que decían "Destituyan a Trump" y "Eliminen el Colegio Electoral".
Los manifestantes se reunieron en el parque Boston Common para dirigirse al capitolio estatal de Massachusetts, ante una fuerte presencia de elementos de seguridad.
Cientos de estudiantes de la Universidad de Texas salieron de las aulas para marchar por el centro de Austin. Transitaron por las calles cercanas al capitolio de Texas y bloquearon brevemente un transitado puente.
Otros manifestantes gritaban consignas y llevaban carteles frente al Trump International Hotel en Washington, D.C.
Medios de prensa local transmitieron un video grabado la noche del miércoles sobre una multitud pacífica frente a su nuevo hotel en el centro de la ciudad. Muchos de ellos gritaban: "No al racismo en Estados Unidos, no a Trump, no al KKK".
Otro grupo permaneció fuera de la Casa Blanca. Sostuvieron velas, escucharon discursos y entonaron canciones.
A primeras horas del miércoles, manifestantes en la American University de la capital estadounidense quemaron banderas estadounidenses en el campus.
En Oregon, decenas de personas bloquearon el tránsito en el centro de Portland, quemaron banderas estadounidenses y obligaron la demora de trenes en dos líneas del tren ligero. Previamente, la protesta en el centro de la ciudad atrajo a varios seguidores de Trump, quienes se burlaron de los manifestantes con letreros. En cierto punto, un simpatizante de Trump fue perseguido por la Plaza Pioneer Courthouse y fue golpeado en la espalda con una patineta antes de que otras personas intervinieran.
También se reportaron protestas en varias universidades de California y Connecticut, mientras que varios cientos de personas se manifestaron en San Francisco y otras se reunieron a las afueras de la alcaldía de Los Ángeles.
El único acto de violencia grave se reportó en Oakland, California, durante una protesta que comenzó poco antes de la medianoche y se extendió hasta la mañana del miércoles.
Algunos manifestantes incendiaron botes de basura, rompieron ventanas y pintaron consignas en cinco negocios del centro de la ciudad, informó la policía. No se arrestó a ningún sospechoso.
Otra protesta comenzó la noche del miércoles en el centro y varios cientos de personas gritaron consignas y ondearon pancartas en la Plaza Frank Ogawa.
En San Francisco, cientos de personas marchan sobre Market Avenue, una de las principales avenidas de la ciudad, para integrarse a una vigilia en el Distrito Castro, un vecindario predominantemente homosexual