Los partidarios del derrocado ex presidente de Egipto, Mohamed Morsi, continúan las protestas en El Cairo, desconociendo las órdenes de las fuerzas de seguridad de poner fin a las manifestaciones y dispersarse.
La situación en el districito de Ciudad Nasr, en El Cairo, es relativamente tranquila este domingo 28 de julio por la mañana.
Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y partidarios Morsi entre la noche del viernes y el sábado dejaron un saldo de al menos 74 personas muertas en El Cairo y Alejandría. Alrededor de un millar de personas han resultado heridas.
El movimiento Hermandad Musulmana de Morsi, dijo el sábado que la policía disparó contra los manifestantes desarmados en Nasr City, donde sus simpatizantes están acampados desde hace semanas exigiendo el regreso de Morsi al poder.
Sin embargo los funcionarios de seguridad de Egipto negaron las acusaciones, diciendo que la policía sólo disparó gases lacrimógenos y que los manifestantes pro-Morsi eran los responsables de la violencia.
El sábado el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo que Egipto atraviesa un momento crucial y advirtió que la violencia es un revés para la reconciliación y la democracia.
A la vez, Kerry sostuvo que las autoridades egipcias están moral y legalmente obligados a respetar el derecho de libertad de expresión y de reunión. El secretario de Estado pidió una investigación imparcial sobre los últimos episodios de violencia.
Desde el pasado 3 de julio Morsi está detenido en una instalación militar que no ha sido precisada. Las autoridades dicen que están investigando las acusaciones de que el ex presidente conspiró con el grupo militante palestino Hamas.
La situación en el districito de Ciudad Nasr, en El Cairo, es relativamente tranquila este domingo 28 de julio por la mañana.
Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y partidarios Morsi entre la noche del viernes y el sábado dejaron un saldo de al menos 74 personas muertas en El Cairo y Alejandría. Alrededor de un millar de personas han resultado heridas.
El movimiento Hermandad Musulmana de Morsi, dijo el sábado que la policía disparó contra los manifestantes desarmados en Nasr City, donde sus simpatizantes están acampados desde hace semanas exigiendo el regreso de Morsi al poder.
Sin embargo los funcionarios de seguridad de Egipto negaron las acusaciones, diciendo que la policía sólo disparó gases lacrimógenos y que los manifestantes pro-Morsi eran los responsables de la violencia.
El sábado el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo que Egipto atraviesa un momento crucial y advirtió que la violencia es un revés para la reconciliación y la democracia.
A la vez, Kerry sostuvo que las autoridades egipcias están moral y legalmente obligados a respetar el derecho de libertad de expresión y de reunión. El secretario de Estado pidió una investigación imparcial sobre los últimos episodios de violencia.
Desde el pasado 3 de julio Morsi está detenido en una instalación militar que no ha sido precisada. Las autoridades dicen que están investigando las acusaciones de que el ex presidente conspiró con el grupo militante palestino Hamas.