La Cámara de Diputados le dio media sanción a la polémica reforma del artículo 20 de la Carta Orgánica del Banco Central de Argentina, que le permite, por primera vez, a la presidenta Cristina Fernández, disponer de un financiamiento de $26.000 millones de dólares y adelantos de hasta el 20% de la recaudación fiscal por año.
El proyecto propuesto por el oficialismo amplía las competencias del directorio del organismo, para elevar adelantos del Tesoro de la Nación y usar más reservas para pagar obligaciones financieras con los organismos internacionales de crédito, como el Club de París, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
Los diputados de la oposición, como Eduardo Amadeo, del Peronismo Federal, fueron muy críticos.
“La razón no es ir por el camino de la liberación nacional cambiando al Banco Central, la razón es caja, las reservas de libre disponibilidad han desaparecido. El gobierno este año va a tener un déficit de $8.000 millones de pesos y están desesperados por dinero, por lo tanto han abierto una discusión que en otros países tomó años: en Inglaterra diez años, en Canadá dos, en Brasil tres, y aquí cuatro horas, para tener acceso libre a las reservas”, declaró Amadeo.
El oficialismo impuso su mayoría con 142 votos positivos, 84 negativos y 10 abstenciones. La medida se produce cuando la inflación sube, hay fuertes recortes presupuestarios, restricciones a las operaciones en dólares y bloqueo de importaciones.
El diputado oficialista, Martin Sabatella, dijo, sin embargo, que se obtiene más independencia “cuando se le quitan las funciones ligadas al desarrollo económico para al crecimiento con inclusión. Es en el marco de un modelo neoliberal, un modelo de exclusión, un modelo de concentración de la riqueza, y un modelo donde se priorizaba la especulación financiera o el sistema financiero por sobre la producción, donde hubo muchísimos que quisieron hacerse millonarios sin producir ni un botón”.
El diputado de Nuevo Encuentro, Carlos Raimundi señaló que se buscan créditos para la producción. “El crédito tiene que ir orientado a repotenciar, a reactivar, a desarrollar ese mercado interno, sobre todo con una crisis fuerte a nivel mundial, que requiere que nosotros tengamos que usar nuestros propios recursos, porque los recursos del exterior no van a venir justamente para ayudar nuestra economía”, indicó el funcionario.
El proyecto será evaluado por el senado de la nación.