Debido al “talento” y “potencial” que existe en el país, la propuesta del presidente Nicolás Maduro de llevar a Venezuela a científicos y profesores extranjeros para formar a los profesionales en “distintas áreas de conocimiento”, resulta “inaudita” para varios educadores con más de treinta años de experiencia consultados por la Voz de América.
“Es muy importante los estudios en el exterior, pero pudiéramos aplicar un método de traernos a los mejores profesores, los mejores científicos del mundo a dar clases en Venezuela en las universidades y a formar a nuestros profesores”, dijo Maduro dirigiéndose a la vicepresidenta Delcy Rodríguez, a la ministra de Educación Universitaria, Tibisay Lucena y a Gabriela Rojas, ministra de Ciencia y Tecnología, el miércoles por la tarde.
Sin embargo, en el país siempre se promovió el intercambio de profesores y estudiantes para “compartir experiencias de diversos contextos y tradiciones de conocimientos”, pero se dejó de hacer desde que Maduro llegó a la presidencia porque “no hay presupuesto para la educación”, afirma Keta Stephany, profesora asociada de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
“No solamente no hay presupuesto para eso, no hay presupuesto para pagar salarios. No sé de donde piensa sacar recursos para ello, los profesores afuera no van a venir a ganar 50 dólares al mes. Debe tener la capacidad de pagar, por lo menos, el promedio de lo que gana un profesor en América Latina”, manifestó al ser consultada por VOA.
La licenciada en Letras con doctorado en Estudios del Desarrollo, recuerda que, años atrás, en la Escuela de Idiomas de la UCV contaban con profesores “nativos”. Docentes de alemán, su lengua materna, que venían de Alemania, por ejemplo.
A su juicio, las declaraciones de Maduro son una “provocación” hacia un gremio que, a pesar de que el Estado dejó de garantizar la educación y la investigación científica y tecnológica, ha mantenido la investigación y, en general, la vida académica en las universidades.
Generación de relevo
Rita Añez, rectora de la Universidad Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (UNEXPO), hace énfasis en la necesidad de formar a las nuevas generaciones de relevo y aprovechar que, en el país, aún hay muchos profesores jubilados emeritos que se formaron en las mejores universidades del exterior, a través de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho.
El programa de becas para estudios a nivel superior de postgrado que benefició a miles de estudiantes durante los años 80 y 90 fue creado en 1975, durante el gobierno del ex presidente Carlos Andrés Pérez.
Añez resalta que en Venezuela existe talento humano “avido” de ser tomado en cuenta y sostiene que profesores jubilados se acercan a las autoridades universitarias para ofrecerse a impartir clases, “incluso ad honorem”, porque “están preocupados” por la calidad y la continuidad de las líneas de investigación que abrieron años atrás.
“Yo lo que creo es que hay desconocimiento del presidente sobre lo que es la verdadera capacidad instalada a nivel de personal altamente capacitado en nuestras universidades”, dice Añez, licenciada en química con magíster en Educación Superior y doctorado en Ciencias Gerenciales con más de 35 años de experiencia.
Para William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Bolívar (APUSB), es una “estupenda idea” que lleguen los “mejores” profesores y científicos del mundo, porque podría contribuir a la formación de estudiantes y docentes, pero alerta que ante la “depauperación” de las universidades venezolanas, lo que podría ocurrir es que los profesores extranjeros se “aterroricen”.
“Cuando vean lo que cobran nuestros colegas, cuando vea el estado de nuestras universidades, la imposibilidad de desarrollar los laboratorios, las imposibilidades materiales, van a salir aterrorizados”, afirmó al relatar que, por ejemplo, la USB no cuenta con trasporte adecuado y servicios de agua, electricidad e internet de forma permanente.
“Hace dos años que no ingresan nuevos estudiantes, hay dos cohortes por ingresar porque no hay manera de atenderlos”, detalla.
Para Anseume, lo mejor sería que el gobierno se proponga a dar garantías para permitir el desarrollo de los profesores y las universidades como ocurría en el pasado.
“Es un planteamiento vergonzoso que habla muy bien de su ímpetu por destruir la educación en Venezuela. Lo que tiene que cumplir que es justamente darle presupuesto a las universidades y sueldo digno acorde con los DDHH y la protección social que niega permanentemente”, aseguró a VOA.
Víctor Márquez, presidente de la Asociación de Profesores Universitarios de la UCV (APUCV), no duda que en Venezuela existen los “mejores” profesionales y coincide en que el planteamiento de Maduro resulta “inaudito”.
“Si es que los va a traer espero que le dé el mismo mísero salario que le está dando a los profesorados de la universidad venezolana, que no alcanza ni para la canasta alimentaria ni para la canasta básica”, expresó en conversación con VOA.
Márquez supone que, más que docentes o investigadores, la intención podría ser incorporar “agentes políticos” dentro de las instituciones de carácter educativo.
Los salarios más bajos de la región
El salario de los profesores varia de acuerdo a la categoría y antigüedad; actualmente un profesor titular a dedicación exclusiva gana unos 100 dólares al mes.
Se trata del “salario más bajo de los docentes en América Latina y el Caribe”, señala el más reciente boletín del Observatorio de Universidades (OBU), que expone que, en 2001, el sueldo de un profesor en nivel de instructor (el más bajo del escalafón) era de 903 dólares, mientras que el titular (el más alto) ganaba 2.659$.
“Para llegar a ser titular hay que estar mínimo de 15 a 18 años, tener un doctorado, publicaciones y ascensos etc”, recuerda la rectora de la UNEXPO.
Márquez relata que, en 1973, cuando ingresó a la carrera docente como instructor, podía tener un ingreso superior a los mil dólares, actualmente, como profesor asociado a dedicación exclusiva y ya jubilado, su ingreso es muy inferior al de sus primeros años de carrera.
“Ha habido una política de Estado que afecta a la meritocracia, se caracteriza por disminuir los salarios de las personas más capacitada y los pone al mismo nivel de quienes no tienen capacitación”, deplora.
De acuerdo al Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), un ente independiente que surgió para hacer frente a la opacidad de datos en el país, la canasta básica familiar se ubicó en 392$ en julio.
Los profesores universitarios coinciden en que actualmente en Venezuela prácticamente no tienen salario y en los últimos años han denunciado que las políticas del gobierno han desmejorado su calidad de vida e intentado “destruir” a las universidades autónomas al no asignar los recursos necesarios para su funcionamiento.
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