Un grupo de prisioneros del sistema penitenciario de Filadelfia se siente orgulloso de haber sido seleccionado para elaborar una silla tallada a mano donde se sentará el papa Francisco en su próxima visita.
En base a su ética en el trabajo y su habilidad el grupo fue seleccionado y en las últimas dos semanas han estado dando forma al regalo papal.
La silla de nogal tallada a mano tiene casi 1,8 metros de altura y fue fabricada y acabada en el Centro Correccional Industrial de Filadelfia, una de seis prisiones del sistema municipal.
El toque final que consiste en el tapizado se llevará a cabo en la Instalación Correccional Curran-Fromhold, donde el pontífice se reuniró el 27 de septiembre con aproximadamente 100 reos y sus familiares.
El papa Francisco se ha caracterizado por dar especial énfasis al ministerio en cárceles durante su pontificado y en su visita a Estados Unidos no hará la excepción. El pasado mes de julio Francisco visitó una de las prisiones de más alta seguridad en Bolivia e instó a los prisioneros a ayudarse, y exhortó al personal a que rehabilite a los reos, no que los humille.
Todavía no han sido seleccionados los reos que se reunirán para ver al Papa, pero funcionarios de las prisiones indicaron que entre ellos estarán algunos de los artesanos que hicieron posible la silla donde se sentará el papa Francisco.
Anthony Newman, director asistente de un programa vocacional en las prisiones de Filadelfia, ideó el regalo para el papa y ha estado supervisando su fabricación. Espera ver que el pontífice disfrute el producto terminado, pero no está seguro de cómo le será entregado.